Pegar gritos no suele resultar productivo a no ser que quienes te circundan estén educados en la misma clave. Si, además, esos gritos solo buscan encubrir un relato cargado de suposiciones, pinzas mal agarradas o alfileres que terminan clavándose en tus dedos, mal vamos.
El candidato del PP en CLM, Paco Núñez, ha comenzado este 2023 aireando una particular encuesta que le dice que será presidente. Un muestreo, lleno de lagunas, que curiosamente le deja como segundo en las elecciones y le obliga a tragarse el sapo de VOX para entrar en el Palacio de Fuensalida. Aunque… ese sapo parece gustarle.
Pero, y aquí está el truco, es la misma encuesta que hace cuatro años pronosticó que García-Page se quedaría en 12 diputados y alcanzaría el 31% de los votos.
El sueño de Núñez saltó por los aires en 2019 cuanto Page alcanzó la mayoría absoluta con 19 escaños y más del 44% de los sufragios. El que no llegó a ese 31 fue Núñez, que se quedó con sólo 10 sillones las cortes regionales.
Pues ahora andamos casi igual. El candidato pepero se calienta las manos a base de decir sin rubor que pactará con VOX, le da igual lo que digan ‘sus mayores’ en Génova, y se vuelve a tirar a la piscina sin mirar siquiera si hay agua.
Eso suele ser sinónimo de leñazo seguro o, como dicen los analistas que entienden de la cosa, “dato mata a relato”.