La familia de Ángel Fernández, el niño de 11 años desaparecido en Carabanchel hace un mes junto a su primo Fernando, hallado sin vida en el vertedero de Toledo a mediados de diciembre, espera que la Policía Nacional les confirme cuanto antes si los restos humanos hallados ayer en el vertedero son los del pequeño.
Así lo ha indicado esta tarde en una breve intervención ante los medios de comunicación Sinaí Giménez, portavoz de la familia y portavoz de la Sociedad Gitana Española. De hecho, le habían comunicado que unos agentes iban a pasar a darles información sobre el caso entre las 15 y las 15:30 horas de hoy y no ha sido así.
Fuentes policiales han indicado a Europa Press que los expertos del laboratorio del Instituto Anatómico Forense de Toledo siguen trabajando para analizar el pie de niño y un trozo de pantalón encontrado ayer y que no hay novedades en la investigación.
Además, según ha explicado el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Francisco Tierraseca, los agentes y especialistas siguen buscando más restos humanos en el vertedero de Toledo. Y ha precisado que las labores de búsqueda hasta ahora han alcanzando el 30% de la superficie del vertedero, con datos actualizados de este mismo jueves, un enclave que acoge unas 22.000 toneladas de residuos mensuales.
El portavoz de la familia ha solicitado hoy que se amplíe la investigación policial tanto en el vertedero "con todos los medios humanos posibles" como en el resto de la ciudad, ya que hay imágenes de cámaras en las que se ve a los primos en un centro comercial y en otros puntos. "Existen pruebas, vídeos y audios que apuntan hacia este camino", ha indicado.
Los parientes y entorno de los menores creen hay otras personas relacionadas con su desaparición y por eso han contratado recientemente a un detective privado y una radar térmico para la búsqueda. También han contratado un perito forense que participó en el caso de los hijos de José Bretón en Córdoba.
La Policía, por su parte, ha realizado diligencias en las dos casas ocupada de la familia de la exnovia de Fernando, que huyó del lugar. Ambos domicilios están precintados policialmente, que sería el motivo por el que huyeron del lugar.
Los abogados de las familias de los chicos han preparado un escrito dirigido al Juzgado de Toledo que lleva el caso para pedir que declaren varias personas en calidad de testigos protegidos. Supuestamente se trataría de personas que podrían haber visto algo relacionado con un presunta retención ilegal de los menores. También piden que se rastreen teléfonos móviles de la zona el día en el que se les perdió la pista en Toledo.
"El que la hace, la tiene que pagar. No queremos venganzas, pero sí se haga justicia con mayúsculas", aseguran. La Policía sigue manteniendo como hipótesis principal que los jóvenes podrían haberse refugiado del frío y la lluvia en un contenedor, donde podrían haber acabado durmiendo. Entonces, dicho contenedor fue recogido por el camión de basura y el chico podría haber muerto asfixiado tras caer dentro. La autopsia revela que falleció por una asfixia no mecánica.