El presidente de Aragón, Javier Lambán, se ha declarado en contra de la revisión del delito de malversación, como ya hizo Emiliano García-Page, y ha insistido en que malversar fondos públicos para cometer un delito tan “gravísimo” como el que cometieron los independentistas el 1-O debería tener una consideración agravada en lugar de ser atenuante.
Socialistas como Óscar Puente y Juan Lobato también se suman a las críticas y piden no ceder "ni un milímetro" más a los independentistas "porque el 4% de la población no puede decidir el futuro de España" como así pretende ERC.
El presidente aragonés alega que "malversar para financiar aquellos gravísimos hechos contra la Constitución debería recibir un tratamiento penal mayor al actual", sobre todo si se destina dinero público para un referéndum ilegal y declarar la independencia de Cataluña.
Lambán se suma así a la oposición total del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, a la rebaja de la malversación y ha revelado que está "en contra" de la revisión de este delito. Sólo ve "posible" abrir el debate "si no hay ánimo de lucro", una cuestión que, en su opinión, no se dio en Cataluña en 2017.
Respecto a las voces que apuntan que podría volver a convocarse un referéndum, ha apuntado que los independentistas tienen “clara su hoja de ruta” en cuanto a avanzar en el proceso de desconexión.
Las palabras de Javier Lambán llegan 24 horas después de que el Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, considerara ayer que "no es tolerable pactar con delincuentes su propia condena".
"Estoy dispuesto a presentar una iniciativa para sentirme obligado como presidente autonómico a denunciar ante el Tribunal Constitucional cualquier intento de consulta oficial que signifique que unos pocos pueden hablar en nombre de todos", advirtió.
Además, recordó que no solo los "delincuentes" no se han arrepentido, sino que "ya están marcando su hoja de ruta" a seguir con el planteamiento de futuros posibles referéndum. Incluso, recordó que al indultar a los presos del procés no se les indultó por este delito que ahora se reforma, un delito que para él es "pura corrupción".
"Me importa que nos tomen por tontos, a mí también. Este es un momento grave para la política española. De esos momentos que se quedan grabados en la retina colectiva. Esto sí que es hacer historia", dijo tras insistor varias veces en que es "muy contrario" a la decisión del Gobierno.