La Abogacía General de la Generalitat Valenciana ha elaborado, a petición del Consell, un informe que sirve como base jurídica para instar al Gobierno a respetar el proyecto de real decreto "en los mismos términos en los fue aprobado" por el Consejo Nacional del Agua, el pasado 29 de noviembre, y que "garantizan la continuidad del trasvase Tajo-Segura".
Así, el documento apunta que "no existe ninguna justificación jurídica ni técnica" para cambiar los criterios acordados en el Consejo del Agua y, por tanto, asegura que "no es necesario incrementar los caudales ecológicos a su paso por Aranjuez, lo que garantizará la llegada del agua procedente del Tajo hasta la cuenca del Segura".
Cabe señalar que el Plan del Tajo contó con la oposición de la Región de Murcia, el voto a favor de Castilla-La Mancha y la abstención del gobierno valenciano. Concretamente, El Plan salió adelante con 54 votos a favor, 22 en contra y 13 abstenciones. Así, los caudales deberían llegar a los 8,65 metros cúbicos por segundo en Aranjuez dentro de 5 años; a 17,25 en Toledo; y a 18 a su paso por Talavera de la Reina.
El informe de la Abogacía de la Generalitat "desmonta los argumentos" esgrimidos para tratar de justificar un cambio de última hora en relación a los criterios para fijar los caudales ecológicos, en los que el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, apela a una serie de sentencias del Tribunal Supremo sobre el particular, según ha indicado la Generalitat en un comunicado.
En este sentido, la Abogacía de la Generalitat ha llevado a cabo un "pormenorizado análisis" de la doctrina emitida por el Alto Tribunal y ha concluido que "en ningún momento el Supremo se pronuncia sobre el aumento de los caudales ecológicos, sino que únicamente señala que hay que fijarlos".
"Es más, indica que a la hora de establecerlos hay que tener en cuenta una serie de variables, no sólo ecológicas, sino también socieconómicas y que la fijación de esos caudales no puede realizarse de manera indiciaria y sin la debida justificación", señala el documento.
El informe asegura que estos son los principios en los que se basa la disposición novena del proyecto de real decreto, cuyo mantenimiento, ha lamentado la Generalitat, cuestiona ahora el Gobierno. Así, esa disposición establece que, "si con las medidas aplicadas se cumplen los objetivos ambientales fijados para esas masas de agua, no será necesario aplicar los escalones previstos en el plan hidrológico a partir del 1 de enero de 2026".
Es decir, puntualiza el documento de la Abogacía, "no será necesario incrementar los caudales ecológicos a su paso por Aranjuez, lo que garantizará la llegada del agua procedente del Tajo hasta la cuenca del Segura".
Por todo ello, el Consell entiende que "no existe, tal como avala el informe de la Abogacía, ninguna justificación jurídica ni técnica para modificar en el último momento un texto que fue aprobado por amplia mayoría en el Consejo Nacional del Agua".
Tras conocer las conclusiones del informe de la Abogacía, el 'president' de la Generalitat, Ximo Puig, ha defendido, en declaraciones remitidas a los medios de comunicación, que la Generalitat "ha actuado siempre de buena fe" porque "desde la confrontación y la guerra no llegará agua a Alicante", por lo que ha reprochado que "no se puede entender" que aquello que "se acordó legítimamente" ahora "se quiera romper unilateralmente".
"La Generalitat no está dispuesta en ningún caso a pasar por esta situación", ha afirmado, y ha subrayado que el documento "refrenda claramente que no hay ningún motivo ni ninguna virtualidad que haga razonable un cambio de posición respecto a aquello que se acordó legítimamente en el Consejo del Agua".
"El diálogo es la vía para conseguir un éxito que es ni más ni menos que aquello que es imprescindible: que el trasvase Tajo-Segura continúa vigente, pero que al mismo tiempo continúe avanzándose en la capacidad de tener todos los recursos disponibles para tener agua para siempre".
Precisamente, los representantes del Consell que asistieron a la reunión del Consejo del Agua, la consellera de Agricultura, Isaura Navarro, y el secretario autonómico de Transición Ecológica, Francisco Candela, han elaborado un informe explicativo en el que aseveran que cambiarán el sentido de su voto sobre el plan del Tajo "si finalmente se llevase a cabo una modificación de lo pactado".
En concreto, afirman que su abstención sobre el plan de cuenca del Tajo "estaba condicionada al cumplimiento expreso" de la disposición sobre los ya aludidos criterios para determinar los caudales ecológicos, pero indican que si ahora se suprimiese esa disposición los votos el Consell pasarían a ser negativos, tanto en el caso del plan de Tajo como en el del real decreto.
Así las cosas, el Consell reitera "de manera rotunda" su petición al Gobierno de España para que se cumpla lo aprobado en la última reunión del Consejo Nacional del Agua, porque ese acuerdo "garantiza el mantenimiento del trasvase Tajo-Segura" que, para la Generalitat, es una cuestión "prioritaria e irrenunciable".