Uno de los tres acusados de acabar con la vida de otra persona, que intentó comprarles un coche en la localidad de Velada, en la comarca de Talavera de la Reina, en julio de 2019 ha sostenido que el disparo que acabó con la vida de M.F.S. fue fortuito, mientras que los otros dos acusados han negado tener ninguna relación con los hechos.
Así lo han indicado en el juicio que ha comenzado este lunes en la Audiencia Provincial de Toledo. Así, J.A.R.A, que ha defendido que la reunión entre los presentes se debía a una compraventa de marihuana y no a la de un coche, operación en la que él tenía la función de contacto entre las dos partes, ha manifestado que él nunca tuvo "intención" de disparar y que el disparo se produjo porque en ese momento estaba forcejeando con el fallecido y uno de sus acompañantes.
Por su parte, M.S.R. ha relatado que él únicamente coincidió con J.A.R.A y el fallecido y su acompañante en el bar donde estos tres últimos habían quedado y que ese encuentro se produjo "por casualidad", mientras que J.J.C.L. ha asegurado que él tampoco formaba parte del encuentro sino que se encontraba cerca porque había quedado en un lugar cercano para pegarse con su excuñado.
Según los hechos probados, recogidos por Europa Press, en julio de 2019, el comprador contactó con uno de los acusados a través del número de teléfono que figuraba en un anuncio insertado en una página web en el que se ofertaba la venta de un vehículo tipo turismo, marca SEAT, modelo LEÓN, por un precio inicial de 5.500 euros que finalmente se quedó en 4.200 más la entrega de otro vehículo.
El comprador, con compañía, se desplazó desde Plasencia a Velada, tal y como se había concertado para realizar la transacción económica, donde se encontró con los acusados, con quienes conversaron unos minutos para pactar las condiciones de la compraventa.
Al no llegar a un acuerdo definitivo, cada una de las partes se retiró a sus respectivos vehículos. Pero cuando todas las personas implicadas en el fracasado acuerdo transaccional se encontraban circulando con sus respectivos vehículos por la carretera CM-5103, el principal acusado, que estaba conduciendo su propio vehículo y en cuyo interior estaban los otros acusados, en común acuerdo con ellos, decidieron cambiar de opinión, movidos por una intención de obtener un beneficio económico ilícito.
Aparentando querer finalizar la venta de vehículo y concluir el acuerdo, su voluntad fue adueñarse del dinero y no entregar el vehículo, para lo cual, J.A.R.A., para dar inicio a lo que habían acordado, comenzó a realizar desde su vehículo señales con las luces del mismo, al coche de la víctima para que se parase, y una vez que paró, se situaron los dos coches en paralelo.
El acusado que estaba sentado en el asiento del copiloto del vehículo conducido por J.A.R.A., y conocedor de la voluntad de tomar el dinero y no entregar el vehículo, les indicó que sí querían hacer la venta, que aceptaban los 5.500 euros por el vehículo, para lo que les informa de que toda la documentación de la venta se tenía que realizar en el descampado situado una explanada próxima en la localidad de Velada.
Los acusados, siempre según la Fiscalía, actuaban todos ellos en connivencia, siendo conocedores de que el principal acusado portaba un arma de fuego, un revólver, pese a que carecía de permiso.
Aparentemente dispuestos a realizar la transacción, al sacar la víctima el dinero del bolsillo, sacó el arma de fuego que portaba y se adueñó del dinero, lo cual inició una discusión.
En la huida de la víctima y su acompañante, el principal acusado disparó contra ellos, alcanzando al fallecido en la zona del tercio medio del lado derecho de la espalda con un proyectil de munición metálica.
Por ello, considera el fiscal que estos hechos constituyen un delito de asesinato del que los tres acusados son responsables en concepto de autores, siendo igualmente responsables de un delito de robo con intimidación. Al principal acusado se le piden 25 años de prisión por el asesinato, cuatro por el robo con intimidación y dos más por tenencia ilícita de armas; mientras que sus acompañantes serán juzgados por los delitos de asesinato y robo con intimidación, enfrentándose a penas de 24 años.