Es lo que tiene el juego de cinco, que a veces tiene sus cosas buenas y otras, no tanto. Gracias a ello logró igualar por segunda vez el Soliss Fútbol Sala Talavera por mediación de Zion, pero también le costó encajar el 2-3 a la postre definitivo tras recuperación de Astis y envió a una portería desguarnecida tras seguir apostando Ángel Magán por Pitu como avanzado después de haberle dado tan buen resultado en la acción anterior.
Cosas del riesgo, porque los locales no se conformaban un punto, sino que querían los tres ante una afición que tampoco falló en el exilio del ‘Roberto Molina’ y donde alentó de principio a fin a los suyos en un encuentro donde GH Distribuciones Moral Fútbol Sala llegaría adelantarse hasta por tres veces en el marcador para terminar obteniendo su primer triunfo a domicilio del curso.
El primero de los tantos de los moraleños llegó en el primer minuto de juego. Arrancaron con despiste los cerámicos y lo pagaron con un remate cruzado de Ángel que enviaba al fondo de las mallas para lograr de esta manera el 0-1 que hacía empezar la cita cuesta arriba para los azules.
Por suerte reaccionaron bien y pronto. Zion, que ya había avisado, recogía un rechace a remate de Jota que se estrellaba en el larguero para poner el 1-1 e igualar la cita cuando apenas se habían consumido tres minutos desde el saque de centro inicial.
A partir de ahí, primera parte de toma y daca, con ocasiones en ambos marcos y con Pitu y Astis tomando el protagonismo para sus equipos junto con los postes, repeliendo uno de ellos un remate de Javi. Así, de esta manera, discurriría una primera mitad que estuvo entretenida pese a no haber más goles y donde Talavera tuvo un apretón final en el que lo rondó pero le volvió a fallar la puntería.
Un voluntarioso Brayan, que se estrenaba en partido oficial y que para nada desentonaría, la tuvo hasta por dos veces fallando en el mano a mano con Astis. Posteriormente fue Chispi el que cogió las riendas ofensivas y llegar a superar al meta visitante con su remate, lástima que la acción quedara invalidada por presumible fuera de banda de Zion, cuanto menos discutible.
El no gol local casi le cuesta el gol visitante. Y es que David, con todo a su favor, enviaba arriba la pelota. No sería la última de este primer acto, ya que sobre la bocina disparaba ajustado Chispi y su chut se iba lamiendo el palo pero por fuera.
Iniciaba el segundo acto, el cual se jugó a un ritmo menor, quizá con miedo de ambos planteles a encajar un segundo gol que podía ser mortal para el rival en caso de llegar. Quizá supo jugar mejor Moral en esta tesitura ante un Talavera al que se le notó más nublado que en los primeros 20 minutos, abusando en exceso de las individualidades.
Dio un aviso gordo Rodri para los de Moral de Calatrava con un tremendo disparo que dejó retumbando la meta local y de otro potente disparo, que también tocó la madera antes de golpear en la espalda de Pitu e introducirse llegó el 1-2 que lo bueno que tuvo es que reactivó en ataque al Soliss FS Talavera.
Nuevamente Brayan volvió a aparecer en posición franca para estar mano a mano con Astis pero al canterano le volvieron a traicionar los nervios en el uno contra uno. Posteriormente a ello Dani Gálvez hacía volar a Astis para salvar su potente chut y al capitán Chispi la madera le jugaba una mala pasada cuando la bola parecía que iba para adentro.
Paró el partido Ángel Magán para jugársela de cinco con Pitu de adelantado y en la primera, tras mover muy bien, la pelota le llegaba a Zion que empujaba el cuero a la red para hacer el 2-2 y soñar con la remontada.
Te ocaba la tesitura de parar para ver cómo iba a reaccionar el rival o ir a saco a por él. Optó el técnico local por lo segundo y el riesgo tomado en una mala selección de tiro le permitía a Astir hacerse con la pelota y disparar a puerta vacía para el 2-3.
Quedaba tiempo para volver a igualar, pero la ansiedad le pudo a Talavera en este tramo final y finalmente acabaría viendo impotente como tenía un punto en su saca, fue a por los tres y finalmente acabó yéndose de vacío del Roberto Molina en el último encuentro en el exilio forzado al que se han visto los talaveranos durante las obras del Primero de Mayo.