Entre Toledo y Ciudad Real se encuentra otro de los Parques Nacionales que hay en Castilla-La Mancha: el de Cabañeros. La gran diversidad de especies faunísticas y botánicas unido a su peculiar geología, hacen de este espacio una joya de gran valor natural.
Durante los últimos años, la apuesta por la conservación en el Parque Nacional de Cabañeros ha ido a más con una importante apuesta por el turismo sostenible. Además de la Carta Europea de Turismo Sostenible, en la que se viene trabajando desde 2006, se suma el Plan de Sostenibilidad Turística en el Parque Nacional de Cabañeros que prevé la ejecución de más de una cuarentena de actuaciones en materia de gestión y promoción turística.
Este inigualable lugar mantiene intacto el gran bosque mediterráneo de Europa, y su paisaje de “rañas”, llanuras y bosque abierto es el lugar donde habitan grandes mamíferos como el ciervo ibérico y su imponente berrea, el buitre negro y leonado o el águila imperial ibérica.
Además, el parque es un lugar en el que se viven emociones y sensaciones que se quedan guardadas en nuestra memoria. Su cielo, libre de contaminación lumínica, es ideal para la observación de estrellas, planetas, satélites, cometas y asteroides.
Es en este bello entorno natural donde se integran además localidades en las que dejarse llevar por un ritmo más tranquilo y poder disfrutar de la riqueza gastronómica o de la oportunidad de disfrutar de tiempo con la familia y amigos; un espacio donde disfrutar de los del relax, del contacto con la naturaleza, del hipnótico vuelo de los buitres, de los productos de la tierra y de la historia de la zona. ¿Quieres más?
En el Parque Nacional de Cabañeros tienes la oportunidad de “respirar este bosque mediterráneo” a través de la oferta de servicios turísticos ligados al turismo de naturaleza y motivar las visitas al Parque, así como ofrecer al público en general y a la población local otras formas de conocer el entorno.
Las localidades de Alcoba, Horcajo de los Montes, Navas de Estena, Retuerta del Bullaque, Santa Quiteria, Pueblonuevo y El Robledo, todos ellos municipios y aldeas ciudadrealeñas, sumados a los núcleos toledanos de Los Navalucillos, Navahermosa y Hontanar, reúnen una idiosincrasia común con este ‘bosque mediterráneo’ y ofrecen la oportunidad de descubrir su gastronomía, cultura, historia… y mucho más, con el Parque de Cabañeros como estandarte.
Es posible conocer un pedazo de la obra artística del gran ceramista Arcadi Blasco a través de la fachada mural cerámica de la iglesia de Pueblonuevo o las vidrieras de la iglesia de Santa Quiteria. También pasear sus pueblos, con los vallejos característicos de Horcajo de los Montes.
También se puede viajar al origen del nombre Cabañareros, que proviene de “cabaña”, las que pastores y carboneros usaban en sus viajes trashumantes por el territorio, buen ejemplo de esta construcción típica se puede disfrutar visitando el Punto de Información del Parque Nacional de Cabañeros en el municipio de Alcoba.
Con parada en Retuerta del Bullaque, nos esperan dos de sus grandes bodegas: Pago de Vallegarcía y Dehesa Carrizal. Y un dato más: el gusano gigante más grande del mundo se encuentra en Navas de Estena.
Y para acompañar nuestra visita al mejor ejemplo de bosque mediterráneo del territorio nacional, nada mejor que llenar el estómago con productos de la zona. No dudes en para en las las panaderías con esencia de pueblo, adquirir productos como miel, visitar ls queserías tradicionales, y degustar los productos locales con el mejor embutido derivado del ciervo (chorizo y salchichón), así como experiencias de oleoturismo.
El Parque Nacional de Cabañeros permite gozar de la contemplación de los cielos estrellados (al estar protegido de la contaminación lumínica), junto a actividades turísticas sostenibles que te sorprenderán.
En la zona cada vez se desarrollan más actividades relacionadas con el astroturismo. Cada noche, dependiendo de la estación del año, del horario así como de la presencia de luna, Cabañeros nos muestra un cielo, logrando que cada visita sea una experiencia única.
¿Y si unimos la astronomía con uno de los espectáculos naturales más imponentes del mundo animal? Eso es lo que ocurre en Cabañeros las noches desde mediados de septiembre hasta mediados de octubre: el canto de amor del ciervo ibérico, el ‘rey’ del monte mediterráneo, sus berridos y su presencia se unen a cielo abierto. Escuchar la berrea, el espectáculo de la seducción del ciervo, bajo el cielo estrellado del Parque Nacional de Cabañeros no se olvida fácilmente.
¿Te imaginas pasar una noche observando el cielo en plena naturaleza acompañado de un buen vino y algo de picar? Te proponemos una actividad diferente: enoturismo y estrellas.
Castilla-La Mancha es tierra de viñedos, bodegas y tenemos los mejores cielos del planeta. Cabañeros es un lugar idóneo para unir estas dos opciones turísticas. ¿Te apuntas? Pues sigue leyendo.
Una opción es la que ofrecen las bodegas de Retuerta del Bullaque abren sus puertas a una experiencia de enoturismo con vistas a los mejores cielos nocturnos apta, con una cata maridaje de cinco vinos de la tierra con interpretación del cielo nocturno.
Cabañeros es mucho más que un parque nacional: es un lugar único en el mundo. Su excepcional conservación permite al visitante disfrutar de la gran reserva natural ibérica.
Sus amaneceres y atardeceres de película dejan las mejores fotografías de aves para todo amante del ‘birdwatching’ que busque nuevos destinos donde disfrutar del silencio y la avifauna. Además, esta actividad es sostenible (al aire libre), accesible y adaptada a cualquier edad, por lo que es ideal para disfrutar en familia, con amigos o solo.
Un dato: ¿sabías que el Parque nacional de Cabañeros alberga una de las mayores colonias de buitre negro de todo el mundo?
Otro apunte: empieza la temporada de grullas, que invernan cada otoño/invierno en territorio Parque Nacional, ddese donde podrás escuchar su magestuoso trompeteo que pone banda sonora a un paisaje mediterráneo indiscutible, fenómeno del que se puede disfrutar desde su Centro de Visitantes Torre de Abraham.
También puedes visitar el Centro de Visitantes Casa Palillos, y descubrir los secretos del cernícalo primilla con vistas panorámicas a su primillar y los ya famosos nidos de cigüeña.
Pero el destino Cabañeros se hace especialmente apetecible para disfrutar del aire libre y los baños de bosque mediterráneo para la observación de aves más pequeñas como la Calandria, congujada montesina, terrera, totovía o gorrión chillón ¿te atreves a descubrirlos a golpe de prismático?
Y para los birdwatchers más aventajados, puedes contemplar especies como el águila imperial, águila real, halcón peregrino, aguilucho cenizo o águila calzada.