PROVINCIAS

La archidiócesis de Toledo abrirá una Casa Diocesana Contemplativa en La Puebla

IGLESIA

Así lo ha comunicado Francisco Cerro Chaves en una carta pastoral dirigida a todos los diocesanos

Redacción La Voz del Tajo | Martes 25 de octubre de 2022

El Arzobispo de Toledo, Francisco Cerro Chaves, ha dirigido un escrito a los sacerdotes, miembros de la vida consagrada y fieles laicos de la archidiócesis mediante el cual anuncia la creación de una Casa Diocesana Contemplativa, en La Rinconada de Tajo, que tiene como finalidad “crear en nuestra Iglesia diocesana un espacio y un tiempo permanente para la contemplación”.

El próximo día 6 de noviembre, don Francisco presidirá la oración de vísperas, a las cinco de la tarde. En su escrito, parte de la premisa de que “en un mundo donde tantas veces el quehacer y las circunstancias adversas empujan y desnortan nuestra vida, necesitamos encontrar espacios y tiempos de contemplación donde aprender a mirar el mundo desde el Corazón de Dios”.

Y esto no solo en lo que se refiere a nuestra vida personal, sino que también afecta a nuestra vida comunitaria, porque “también como familia creyente, como Iglesia, hemos de buscar sosiego en nuestros múltiples proyectos pastorales para encontrar nos con Él”.

“No hay duda de que una pastoral sin vida en el Espíritu, sin un estar frecuentemente a los pies del Maestro, corre el riesgo de quemarnos en infecundidad que hace planes, que marca objetivos, que promueve acciones, que mide los niveles de éxito” precisa el Arzobispo.

OFERTAS “NOVEDOSAS”

El Arzobispo constata en su escrito que “algunos de nuestros hermanos cristianos viven como ovejas sin pastor, comiendo en pastos y bebiendo en fuentes de ‘meditaciones’ que están de moda y que verdaderamente a un bautizado no pueden saciar plenamente”. “Muchas veces se nos brindan ofertas novedosas, fáciles y rápidas para alcanzar la paz interior ante estados de depresión o estrés. Son ofertas de auto-medicación espiritual, de remedios milagrosos sin Dios. Son métodos, fuentes de energía, ‘divinidades’ moldeables según nuestros intereses y necesidades”, añade.

En este sentido enumera algunas de esas “ofertas”: yoga (práctica de origen hinduista), experiencias difusas recogidas bajo la nebulosa llamada New Age (Nueva Era), el Reiki (con base sintoísta y budista), etc.

En este contexto, don Francisco afirma que “como pastor, me da pena ver el gran desconocimiento que podemos llegar a tener dentro de nuestra propia Iglesia de la rica espiritualidad cristiana que viene manando y fluyendo desde el siglo primero y que ofrece verdaderos encuentros personales con nuestro Creador, auténtico remanso de Paz y de Salud que nos lleva hasta la Vida Eterna”.

El primado afirma en su escrito que “para los que somos bautizados, no puede haber verdadera espiritualidad cristiana si Dios mismo no es su fuente, su camino y su meta. No hay verdadera interioridad si no ocupa nuestro centro el mismo Espíritu Santo, auténtica Medicina saludable”.

“Una contemplación antropocéntrica es un simple placebo que sólo genera una falsa curación interior, una esterilidad espiritual, que desemboca en una muerte espiritual por asfixia. Para un bautizado, todo esto es cisterna agrietada que no sólo no sacia la sed, sino que incluso puede ser causa de muerte de su fe”, afirma.

En este contexto, don Francisco constata que “en la mayoría de nuestras instituciones diocesanas (parroquias, movimientos y asociaciones apostólicas, etc.) intentamos fomentar un encuentro sincero, fiel y perseverante con Cristo Jesús, fuente de agua viva…”.

Pero, sobre todo, “en nuestra querida diócesis, la presencia de Cristo-Eucaristía contemplado, amado, alabado y adorado ha marcado nuestro ser, nuestra historia antigua y presente”.

“Toledo es tierra de Pan de Vida. Es tierra de adoración. No hay parroquia en que la custodia no se haya convertido en foco de contemplación y oración fervorosa. Para un cristiano de corazón, ninguna de esas fuentes orientales sin Dios puede saciar su sed”, declara.

NUMEROSOS FRENTES ABIERTOS

Seguidamente, el Arzobispo afirma que piensa “en nuestra Iglesia en Toledo que ha de afanarse sin descanso por anunciar la Buena Nueva en todos los rincones de nuestra diócesis, hasta alcanzar las periferias existenciales de tantos hermanos nuestros que sufren”.En su escrito, don Francisco invita a todos “a contemplar a Jesús en Betania”, porque “en una de aquellas visitas (Lc 10, 38-42), Jesús nos hace reflexionar sobre el quehacer de Marta y la escucha de María”.

En este sentido, el primado piensa “en nuestra Iglesia en Toledo que, como Marta, ha de afanarse sin descanso por anunciar la Buena Nueva en todos los rincones de nuestra diócesis y hasta alcanzar las periferias existenciales de tantos hermanos nuestros que sufren”.

Es cierto, observa, que en muchos momentos “nuestra Marta se siente desbordada”, porque tiene numerosos “frentes abiertos” que “nos hacen a veces sentirnos dispersos e ineficaces”.

Entre estos frentes señala: la defensa de la vida desde la concepción hasta la muerte, la defensa de la familia como institución natural, bendecida por Dios, la defensa del niño, del joven y del adolescente, la dignidad de la mujer, el valor y el cuidado de nuestros mayores, la defensa de la justicia social en el mundo laboral, en el de la migración, la defensa de la paz y el fin del hambre en el mundo, el cuidado de la casa común, regalo del Creador, la defensa de una verdadera cultura humanista, el diálogo ecuménico e interreligioso…

Evidentemente, “es una llamada del Señor que no podemos desoír; es el fundamento de nuestro ser Iglesia: ser sal y luz en nombre del Señor Jesús. Nuestra ‘Iglesia-Marta’ necesita escuchar la voz del Maestro que la interpela: Marta, Marta, andas inquieta y preocupada con muchas cosas”.

REAPRENDER LO ÚNICO NECESARIO

Por eso “necesitamos con urgencia reaprender a detenernos ante lo único necesario” y “del mismo modo que no podemos renunciar a Marta, que es nuestro modo de presencia propia en el mundo, tampoco podemos renunciar a ser María de Betania, que también es otro modo nuestro de presencia”.

De este modo, escribe, “ambas hermanas, indisolublemente unidas, representan a nuestra Iglesia activa en la contemplación y contemplativa en la acción, que impetran día tras día del Maestro la resurrección de tantos ‘lázaros’ que yacen esperando la resurrección en la fe. Es nuestra Iglesia, trabajadora y orante, que siente en su Corazón de esposa, virgen y madre, la urgencia del Corazón del Esposo, que quiere que todos los hombres se salven”.

Por todas estas razones el Arzobispo explica su deseo “de crear en nuestra Iglesia diocesana un espacio y un tiempo permanente para la contemplación”. Es cierto que las comunidades de vida contemplativa ya cumplen esta misión, pero “también nuestra Iglesia local, nuestra Iglesia diocesana necesita un espacio propio donde todos sus hijos e hijas tomen conciencia de la llamada urgente a ser contemplativos en la acción. En estos tiempos de evangelización de periferias, necesitamos espacios y tiempos donde los que estamos en el siglo acudamos con frecuencia a los pies del Maestro”.

TEMAS RELACIONADOS:

Archivos adjuntos


Noticias relacionadas