Siempre se ha dicho que unas pestañas largas y espesas son la mejor forma de hacer destacar la mirada. Son la diferencia entre un maquillaje sutil y uno potente, entre una mirada cansada y una deslumbrante. Al mismo tiempo, cumplen una función muy importante: protegen los ojos y evitan que puedan dañarse por la entrada de alguna partícula externa. Por todos estos motivos, es evidente por qué cuidar y mimar las pestañas es un imprescindible en nuestra rutina de belleza. Sin embargo, algo que es común a todas las personas es que se nos van cayendo regularmente, según datos que maneja Nutritienda, la empresa online líder en productos de salud y belleza, las pestañas se van renovando cada cinco o seis meses y tardan unos dos meses en crecer de nuevo. Tenemos entre 150 y 200 en el párpado superior y menos de 80 en el inferior.
Hay personas que, por genética, tienen unas pestañas muy cortas. Otras tienen poca cantidad y se les caen mucho. Hay quienes tienen la suerte de tener unas pestañas largas y espesas, pero muy rectas, por lo que prefieren rizarlas para que tengan una bonita curva ascendente. En cualquier caso, para conseguir que todos puedan tener unas pestañas bonitas y espesas, ya sea aumentando su crecimiento y su espesor o frenando su caída excesiva, los expertos de Nutritienda explican cuáles son los nutrientes esenciales para conseguirlo:
Es uno de los minerales más importantes en la salud del cabello y necesario para frenar la caída. Es por ello que es un nutriente indispensable para quienes tienden a perder pestañas con facilidad. Algunos alimentos que lo contienen son las carnes rojas, el marisco o las almendras.
También llamada vitamina H y vitamina B8, es otro de los nutrientes esenciales para el cabello y, en consecuencia, para las pestañas. La falta de este nutriente se asocia, entre otras cosas, con la pérdida capilar. Se puede encontrar en un gran número de alimentos: huevos, chocolate, almendras...
Entre otras cosas, la vitamina C es un potente antioxidante que ayuda al organismo a combatir los daños del envejecimiento. Además, contribuye a la absorción de hierro, este mineral contribuye a la formación de hemoglobina, juega un papel muy importante ya que la anemia es una causa de caída del cabello. Igualmente, la vitamina C favorece la producción de colágeno, una proteína que se encuentra de manera natural en las pestañas que hace que estas sean gruesas y se mantengan fuertes. La vitamina C está presente en muchas frutas y verduras: kiwis, naranjas, pimientos, fresas, brócoli...
Es un antioxidante que interviene en muchos procesos del organismo, mejora el flujo sanguíneo en los folículos pilosos y las raíces y mejora las puntas. Puede encontrarse en los aceites vegetales, las avellanas, las almendras, las espinacas, y los alimentos enriquecidos.
En resumen: una dieta equilibrada que incluya frutas y verduras es la base de la que debemos partir. No obstante, hay otros sencillos trucos que se pueden poner en práctica para mejorar el aspecto y fortaleza de las pestañas. Desde Nutritienda han recopilado algunos de los más eficaces y algunas claves para no castigarlas en exceso.
No es necesario frotar con fuerza los ojos para desmaquillarlos. Ejercer demasiada presión solo conseguirá que nos arranquemos alguna pestaña. Lo más importante es saber qué producto es el necesario para cada momento. Por ejemplo, las máscaras de pestañas a prueba de agua (waterproof) deben desmaquillarse con un producto específico para ojos, normalmente con fórmula bifásica, que elimina el maquillaje sin tener que hacer ningún sobreesfuerzo. En cambio, una máscara normal se desmaquilla con facilidad con un agua micelar o un jabón limpiador aptos para ojos.
Antes de aplicar cualquiera de estos trucos, es muy importante que la piel esté limpia y seca. Para ello, el paso del desmaquillado y la limpieza debe hacerse correctamente y con cuidado. De esta forma, las pestañas absorberán todos los nutrientes que necesitan.
El aceite de ricino es uno de los mejores secretos. Es rico en vitamina E y ácidos grasos, por lo que ayuda a hidratar el cabello y a incrementar su densidad. Solo hay que aplicar unas gotas sobre un bastoncillo y pasarlo suavemente por la raíz de las pestañas, intentando que no entre en los ojos.
También es útil el aceite de almendras, que ayuda a incentivar el crecimiento del pelo y lo fortalece. Unas pocas gotas en un gupillón limpio o en un bastoncillo antes de dormir marcarán la diferencia.
Por último, el aceite de oliva, que contiene vitamina C, biotina y ácidos grasos. Tras unas pocas semanas aplicándolo cada noche antes de dormir, las pestañas se verán más fuertes, sanas y largas.
Sin duda, la manera más rápida y eficaz de fortalecer las pestañas y aumentar su espesor y cantidad. Estos productos incluyen una gran cantidad de nutrientes específicamente enfocados para este fin. Por lo general, solo es necesario aplicarlos una o dos veces al día y se notarán los efectos en un par de semanas. Suelen llevar un aplicador similar al de los delineadores líquidos, por lo que es muy fácil posar el producto justo en la raíz, sin peligro de que nos entre en el rojo. Puesto que sus ingredientes van dirigidos a la salud capital, son también útiles para las cejas.
Una de las causas por las que el cabello se cae, es por tener una dieta deficiente en alguno de los nutrientes comentados anteriormente. Por lo que si se nota que el cabello se cae más de la cuenta o que las pestañas no están tan voluminosas como siempre, puede ser interesante valorar el complementar la alimentación con un suplemento alimenticio a base de vitaminas del grupo B como la biotina o la vitamina B6 y/o de minerales como el zinc, el selenio o el hierro. En el mercado se pueden encontrar una amplia gama de opciones de distintas marcas. No obstante, es muy importante visitar a un especialista para que sea quién evalúe la causa de la caída del cabello.
Es un aparato indispensable en la rutina de muchas personas, sobre todo quienes tienen las pestañas muy rectas. Sin embargo, puede favorecer que estas se rompan si son frágiles y finas. Por eso, en algunos casos, puede ser más conveniente limitar su uso o esperar a que se hayan fortalecido y endurecido (gracias a alguno de los consejos anteriores) antes de utilizarlo de forma habitual.