El pasado viernes, 23 de septiembre, el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Castilla-La Mancha celebraba, en el Museo Paleontológico de la región, en la ciudad de Cuenca, el acto conmemorativo de su vigésimo aniversario, en el que no faltaron anécdotas y momentos emotivos, especialmente en la parte dedicada a la entrega de reconocimientos a miembros de Juntas de Gobierno anteriores.
El turno de intervenciones de distintos colegiados comenzó con la de Helena Romay Barrero, profesora de Fisioterapia en la Facultad de Fisioterapia y Enfermería de la Universidad de Castilla-La Mancha, que se refirió a la Evolución académica de la Fisioterapia a través de hitos como la Declaración de Bolonia, que marcó un cambio en relación a las políticas conectadas a la enseñanza superior de los países envueltos y estableció en común un Espacio Europeo de Educación Superior a partir del compromiso de los países signatarios en promover reformas de sus sistemas de enseñanza; o el importante paso de Diplomatura a Grado.
Romay Barrero calificó a la Fisioterapia como una profesión joven, que debe tener como objetivo el de mejorar la atención a los pacientes, y fijar la vista en un futuro en el que, si bien se vislumbran amenazas a través de la invasión de competencias, también ofrece un universo de oportunidades.
Diego Zamora, profesional de la Fisioterapia jubilado, que ha ejercido en el Hospital Virgen de la Luz de Cuenca, realizó un recorrido histórico de la Fisioterapia, en el que señaló que la carrera nació con la denominación de “Ayudantes Técnicos Sanitarios”, hasta que en el año 1957 apareció la catalogación de Fisioterapia.
Zamora recordó que la epidemia de Polio que se produjo en España en los años 60 provocó una gran demanda en la aplicación de técnicas de Fisioterapia, en un momento en el que las Escuelas Técnicas de Fisioterapeutas dependían de las Facultades de Medicina y solo existían en las grandes ciudades, así como que la creación de la Asociación Española de Fisioterapeutas supuso un hito importante con vocación de promover la carrera de Fisioterapia de manera independiente. Otras fechas importantes fueron la celebración de un congreso, por primera vez en España en 1975, el establecimiento, como carrera independiente de la Fisioterapia en 1980, y la creación del primer colegio profesional en 1990.
Cecilia de la Puente centró su intervención en la Atención temprana, analizando los cambios de los últimos años y la evolución encaminada hacia el aumento de la calidad de vida de las familias y los niños, creando un modelo centrado en el bienestar familiar. De la Puente enumeró los cambios en estrategias terapéuticas y resaltó las nuevas herramientas de evaluación, tanto generales como específicas, para detecciones tempranas, finalizando su exposición señalando la necesidad de ofrecer prácticas basadas en la mejor evidencia científica, y el uso de nuevas y más tecnológicas herramientas de cara al futuro.
Natalio Martínez Lozano, presidente de Coficam entre los años 2001 y 2021, expresó su agradecimiento a los intervinientes anteriores, y recordó el momento de la creación del colegio, en diciembre de 2001, tras el cumplimiento de los trámites oportunos y la convocatoria de la Asamblea Constituyente, recordando que la Asociación Española de Fisioterapeutas puso los cimientos para la creación de los colegios profesionales
Martínez Lozano se refirió a Coficam como un colegio joven, en constante crecimiento y expansión, realizando un balance de sus 20 años de presidencia, en los que han primado el compromiso con la profesión, con el colectivo y con la sociedad.
El ex presidente de Coficam no quiso dejar de hacer referencia a la pandemia de Covid-19 y al confinamiento, período en el que se vivieron momentos complicados, y recordó la importancia de la sentencia del Tribunal Constitucional que decidió estimar la cuestión de inconstitucionalidad planteada por el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Castilla-La Mancha, dejando clara la obligatoriedad de la colegiación para todos los profesionales sanitarios.
Natalio Martínez Lozano aseguró que, en estos veinte años "Hemos hecho de todo, sin honorarios, pero realizando un trabajo reconfortante y satisfactorio, aportando todo los posible a la fisioterapia a nivel nacional”, y finalizó su intervención haciendo una mención especial a Jesús Reyes, Nils Ove Andersson y Rafael Sánchez.
El momento más emotivo de la tarde llegó con la entrega de reconocimientos por parte del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Castilla-La Mancha, que concedió la insignia de oro y brillantes de COFICAM a Nils Ove Andersson Silva y a Jesús Reyes Cano, nombrándoles, además, vicepresidentes de honor de la institución colegial.
Por su parte, Natalio Martínez Lozano, recibió la insignia de oro y brillantes, así como la medalla de honor de COFICAM, siendo nombrado presidente de honor del colegio.
Todos los homenajeados, visiblemente emocionados y acompañados de sus familiares, agradecieron la concesión de los respectivos reconocimientos, poniendo en valor el trabajo que está desarrollando la Junta de Gobierno actual.