Partamos de la base que este calor ni es normal ni se puede aguantar. Por eso está todo el mundo con la coña de la corbata y los 27 grados, algo que en este tiempo es complicado de defender, prácticamente imposible.
Lo del calor, difícil solución, pero lo del ahorro en la iluminación nocturna de las ciudades me parece una de las más acertadas decisiones a tomar, tratándose a la vez de una tendencia consensuada a nivel europeo.
Bueno, a nivel europeo o incluso nacional –algo complicado– porque Pedro Sánchez ha sido quien lo ha hecho efectivo y su rival, Núñez Feijoo, también lo ha propuesto públicamente. La que sigue postulándose continuamente como candidata a ganar el trofeo de “grano oficial en el culo” es Isabel Díaz Ayuso. La IluminaDA, que a todo se opone por sistema.
Ha quedado demostrado que sólo buscaba el titular de “Madrid no se apaga” para después asegurar que lo acatará, “nos guste o no”, pero ya ha invadido las redes.
Y todo esto habiendo reducido ya, por ejemplo, el 10% de los trenes del Metro.
Está claro que el títere de MAR (Miguel Ángel Rodríguez) sigue prestándose al juego loco de quien fuera ‘el pepito grillo’ de Aznar hasta que una vergüenza mayúscula deje al aire las partes pudendas de un personaje que puede quedarse con el apodo que forma el acróstico de su nombre. No hace falta echar muchos cálculos para sacar la conclusión, casi lo mismo que para darse cuenta que ahora lo que se lleva es el ahorro de luz. Empieza por I y termina por DA.
Mientras, aquí en Castilla-La Mancha el diputado regional Miguel Ángel Rodríguez –otra coincidencia– se alinea con su compañera de Madrid en lugar de secundar a su presidente nacional y vuelve a buscar los tres pies al gato intentando culpabilizar a Page de las decisiones de Sánchez.
¿Serán alguna vez los peperos de aquí suficientemente independientes para tener iniciativa propia en lugar de ser furgón de cola en todos los trenes de su partido?
Sinceramente, lo veo complicado.