Con las vacaciones de verano a la vuelta de la esquina, son muchas las familias que planean pasar unos días en compañía de sus seres más queridos, entre los que también se encuentran mascotas como perros, gatos, hurones, conejos, hámsteres, tortugas y muchos otros.
El viaje en coche, la primera toma de contacto con estos ansiados días libres a menudo llega a suponer una situación de tensión para familiares y mascotas si no se emplean las medidas más adecuadas para su salud. Por eso, y consciente de la importancia que ocupan estos cuidados en el bienestar del animal, KIWOKO, el mayor grupo de tiendas especializadas en el cuidado de mascotas de la Península Ibérica, acerca el listado de consejos definitivo para que nuestras mascotas, con independencia de su especie, disfruten del viaje tanto como sus familias.
Existen una serie de medidas comunes para todas ellas. En primer lugar, y de acuerdo con la última Ley de Tráfico, debemos colocar a nuestra mascota dentro del vehículo de modo que no afecte a la libertad de movimientos, el campo de visión y la atención de la persona que está al volante o podremos enfrentarnos a sanciones de entre 80 y 500 euros. También, las mascotas deberán estar bien sujetas para evitar sufrir lesiones muy graves o mortales en el caso en el que haya un accidente de tráfico. El transportín, dependiendo del tamaño de nuestro compañero, tiende a ser la medida más empleada por las familias, el cual conviene que se coloque en el espacio del suelo detrás de los asientos delanteros y no anclado con el cinturón de seguridad, como se tiende a encontrar.
Lo más importante antes de emprender la aventura es la seguridad, tanto para las personas como para el propio animal. En ese sentido, se pueden optar por tres métodos diferentes para llevar a nuestra mascota de forma segura: con arnés, preferiblemente aquellos de dos enganches a la hebilla del cinturón; una rejilla divisoria, que permite a las mascotas moverse libremente sin molestar al conductor; o el transportín, el método que mayor seguridad ofrece. Si optamos por esta última opción, en caso de que nuestro peludo sea de pequeño tamaño, podrá ir en el suelo de las plazas traseras; si es grande, irá en el maletero. En este punto, cabe destacar que no se recomiendan los correajes que se enganchan al collar del perro, ya que no retienen al animal y, además, podrían causarle daños en el cuello.
En lo que a alimentación se refiere, es recomendable no darle de comer justo antes de salir (se recomienda no darles de comer unas 6-8 horas antes de viajar) de viaje, ya que recién comido las probabilidades de mareo serían mucho mayores. Llevar agua y hacer alguna parada para que puedan hacer sus cosas, estirar las patitas y beber con tranquilidad es la mejor opción si queremos que nuestro fiel compañero tenga un viaje de lo más ameno.
A la mayoría no les gusta cambiar de ambiente y, por eso, el coche les estresa. Entre las recomendaciones básicas si tienes que realizar un viaje largo con gato o hurón -sin morir en el intento- está optar por trasportines rígidos con rejillas para que el animal pueda respirar con normalidad y tu espacio no se vea invadido por el resto de los equipajes que viajan con nosotros.
Tratar de que el trayecto no haya ruidos estridentes, como música alta o los ruidos que generan las ventanillas bajadas es aconsejable para su tranquilidad. También lo es hablarle de vez en cuando en un tono tranquilo para calmarle. En aquellos animales que sufren mucha ansiedad o estrés durante los viajes se puede optar por administrarles algún fármaco que cause efecto sedante para que puedan viajar con tranquilidad, siempre consultando con el veterinario para que indique el tipo de fármaco y la dosis apropiada.
Al igual que los canes, efectuar paradas cada cierto tiempo es una opción excelente para que nuestro minino o hurón pueda beber agua y hacer sus necesidades en el arenero, en el caso de los gatos. Para ello, se recomienda que nuestro compañero no salga del coche, por lo que le pueda suceder. Igualmente, y en la medida de lo posible, no conviene alterar el horario de las comidas de nuestra mascota. Por eso, trata de que las paradas coincidan con su horario alimenticio habitual.
Si puedes, lleva a tu conejo en su jaula. Tendrá más espacio y estará más tranquilo ya que reconocerá este espacio como su "casa". Si no puedes, porque el espacio disponible no lo permite, siempre puedes optar por llevarle en su transportín de viaje.
Normalmente, el conejo irá asustado y no comerá ni beberá. Pero, aun así, si quieres meterle comida, el cuenco deberá de ir fijado al suelo para evitar que choque con el conejo en las curvas y pueda lastimarlo. También, ten cuidado con el bebedero, ya que puede gotear e inundar la jaula.
A pesar de que estos animales se pueden quedar solos en casa entre 3 días y una semana (siempre y cuando sus cuidados habituales no se vean desatendidos), es conveniente evitar trayectos de más de 2 horas, que pueden alterar el nivel de estrés de este animal. En estos casos, lo más recomendable es dejar a nuestra tortuga a alguien de confianza para evitar los desplazamientos prologados.
En el caso de no contar con esta alternativa, es aconsejable optar por cajas de transporte de plástico, en lugar de vidrio o cristal, para evitar posibles roturas. Otras opciones son los túperes de plástico o directamente una caja de cartón o zapatos (debe de ser lo suficientemente alta para que la tortuga no escape) con unos papeles de cocina en el fondo. También, buscarle a tu tortuga un espacio donde no le dé el sol, puesto que la luz la estimulará a no quedarse quieta y ello, podría ser perjudicial para la seguridad del viaje, un cambio brusco en la temperatura podría enfermarlas.
De la misma manera que preparamos nuestra maleta para el viaje, debemos que hacer una específica para él. Importante, viajar con la documentación de nuestra mascota en regla, su medicación, comida, toalla, cepillo, juguete favorito, chuches o su cama, ya que, en ocasiones, tanto las medicaciones como las dietas específicas no están disponibles en todos los sitios.