El melón es uno de los alimentos favoritos del verano.
Según datos que maneja Nutritienda, la empresa online líder en productos de salud y belleza, aunque es la quinta "fruta" que más consumen los españoles, realmente pertenece a la familia de las cucurbitáceas, por lo tanto, se trata de una verdura, pero familiarmente se considera una fruta por el uso que siempre se ha dado. Llegó al mediterráneo en el siglo I y era símbolo de lujo y abundancia.
Su origen es incierto ya que unos lo atribuyen a Asia y otros a África, pero lo que sí está claro es que había representaciones de él hace 4.400 años en tumbas egipcias.
Contiene muchas vitaminas y minerales que lo hacen un alimento muy recomendable para nuestra salud. Entre ellas destaca que es fuente de vitamina C, que contribuye al funcionamiento normal del sistema inmune y protege a las células frente al daño oxidativo. También destaca su aporte de potasio, un mineral que contribuye al funcionamiento normal del sistema nervioso y ayuda a regular la presión arterial.
Junto a la naranja es una de "las frutas" con mayor contenido en folatos que contribuyen a la formación de las células sanguíneas y ayudan a disminuir el cansancio y la fatiga. Además, posee 28 calorías por cada 100 gramos, tan solo aporta un 6 % de azúcares y es uno de los alimentos que más agua contiene, por lo que es ideal para mantener una alimentación saludable.
Existen más de 850 especies de melón y está presente en el mundo entero durante todo el año, aunque la época en la que más se consume es en los meses de verano gracias a su sabor refrescante, dulce y ligero. El 92% de su contenido es agua por lo que lo convierte en un gran aliado en los días de más calor.
No es fácil saber elegir un buen melón y además “para gustos los colores”, los expertos de Nutritienda dan unos consejos para saber cómo elegirlos para que no sean “pepinos”:
Es importante observar el aspecto del melón, no tiene que tener abolladuras, ni grietas y debe tener buena textura. Es mejor elegir los que están arriba del montón ya que se supone que se han llevado menos golpes, aunque realmente esto puede variar según el establecimiento.
El color del melón por fuera tiene que ser un poco amarillento y no debe ser brillante ya que significará que no está listo para tomar. El tono, si es oscuro es signo de madurez, mientras que si es verdoso es que no ha alcanzado su punto óptimo. Lo mejor es que su color sea verde medio con un pequeño tono amarillento.
Otro de los puntos clave para elegir un buen melón es el peso, ante un mismo tamaño será mejor el melón que pese más ya que contendrá más agua y será más jugoso.
Al tocar un melón no debe ser demasiado blando, ya que significará que está pasado. Para saber si un melón está en el estado óptimo se aprieta uno de los lados y el otro lado se abombará un poco.
Para saber la madurez de un melón se pueden dar pequeños golpecitos para ver qué tipo de sonido emite. Si suena "duro" es que todavía está verde, sin embargo, si suena hueco y vibra es que el melón está "en su punto".
Otro consejo para saber si el melón está en perfecto estado es olerlo. Dónde más se nota el aroma es en el péndulo del melón (el extremo opuesto al tallo), si el olor es dulce es que está listo para tomar, sin embargo, si es un olor fuerte puede estar pasado.
Por último, para saber escoger el melón más dulce es importante observar las rayas, si son concéntricas es que es un melón "hembra", por lo tanto, más dulce. Los melones "macho" tienen líneas longitudinales de extremo a extremo y tienden a no tener el dulzor de las hembras. Estos melones son más difíciles de encontrar ya que en muchos casos se distribuyen a restaurantes y sitios más exclusivos.
Existen muchos tipos de melones y cada uno tiene una forma y color diferente, en nuestro país el más consumido en verano es el melón piel de sapo, pero existen muchas variedades. Por dentro pueden ser blancos con tonos anaranjados, amarillentos o incluso naranjas, pero lo que todos tienen en común, si son buenos melones, es que tienen que tener apariencia de "jugosos" y con agua.
Otra característica común es que todos tienen pipas que están rodeadas de una estructura gelatinosa, esta parte del melón muchas veces se tira, aunque también tiene propiedades nutricionales, contienen vitaminas A, B12, B6, E y D y minerales como el sodio, hierro, potasio y calcio. Así que es mejor no tirarlas y aprovechar sus múltiples propiedades para el sistema inmunitario.
Para saber distinguir unos melones de otros, Nutritienda.com ha elaborado un listado con los melones más comunes:
Melón piel sapo: Es uno de los melones más típicos de verano. Tiene sabor dulce e intenso, pero siempre que esté en su maduración óptima, es el más difícil de elegir ya que puede salir "pepino", pero si se coge en "su punto" es uno de los más ricos que hay. Por fuera es verde claro con vetas color verde oscuro. El melón piel de sapo es ideal para tomar con jamón.
Cantalupo: Es el melón más producido en el mundo entero, su piel es gruesa y de color amarillo verdoso, tiene forma redondeada y su interior es anaranjado de un sabor muy dulce. Un plato perfecto para tomar con melón Cantalupo sería una ensalada de canónigos, queso feta, melón y nueces.
Melón amarillo: Es el melón más consumido en invierno, la pulpa es dulce y es parecido al de piel de sapo. Es redondeado y su piel es de color amarillo intenso. Tiene una gran ventaja frente a los demás que es que es de un tamaño más reducido y por tanto más fácil de consumir. Se puede hacer un postre delicioso haciendo bolitas de este melón con yogurt y frutos secos.
Galia: Es un melón esférico de origen israelí, por fuera puede ser verde o con tonalidades amarillas, y por dentro es con textura mantecosa y puede ser blanco, amarillo o incluso naranja. Se diferencia de los demás por las pequeñas rugosidades en su fina piel y su tamaño pequeño. Se puede hacer una crema fría de melón, triturándolo con champagne o cava y un poco de nata, se dejar enfriar, al servir hacerlo con virutas de jamón.
Melón japonés: Este melón es redondo y de color grisáceo, tiene la piel con un marcado escriturado, y su interior es jugoso con mucho sabor y un dulzor ligero. Es usado en Japón como obsequio para ocasiones especiales dado su precio elevado, puede llegar a costar 200 euros la pieza. Se cuidan con esmero y son seleccionados uno a uno desechando los que no tienen una apariencia perfecta. Una vez cogidos se masajean con guantes y se les etiqueta un certificado de calidad, se venden en cajas individuales posados sobre seda o heno. La venta internacional apenas existe por sus estrictos controles. Es un melón que se debe tomar solo para no camuflar su exquisito sabor.
Melón blanco: Es uno de los melones más consumidos en Portugal, su piel es blanca y son melones de gran tamaño. Su interior también es blanco con alguna tonalidad verdosa. Se caracteriza por su peculiar dulzor. Se suelen consumir en verano, aunque se puede encontrar todo el año. Al ser de gran tamaño se puede vaciar y rellenar con bolitas de melón y otras frutas como uvas, cerezas, sandia y arándanos. Para darle más sabor se puede rociar con un chorrito de coñac y poner hojas de menta.