El Real Jaén, por entonces dirigido por Gregorio Manzano que tenía en su plantilla al talaverano José Antonio Trigueros, logró el ascenso a Segunda B en una liguilla en la que junto a los blanquiazules como primeros, también participaron el Cacereño como segundo y el Écija Balompié como tercero.
Muchos aficionados talaveranos adujeron que la no participación de Luengo en esta fase final fue determinante para que el equipo no ascendiese. Bermúdez no pudo decir que no a la oferta del Real Madrid por el goleador.
Dicen algunos que la HISTORIA está repleta de malas decisiones. Desconozco, aunque de algunas de ellas sí puedo dar fe, si la que les vamos a contar es una de ellas. Fue juzgada en su tiempo y hoy, muchos años después, la vamos a rememorar como simple anécdota o para que ustedes, simplemente, puedan opinar.
Era la temporada 90-91 y el CF Talavera militaba en el grupo XVII de Tercera división. José Díaz Pablo -de 45 años en esos momentos- era el entrenador elegido por el presidente Juan Julián Bermúdez Rioja para intentar lograr el ascenso a Segunda B. A las órdenes del técnico, la directiva había puesto una plantilla experimentada para dar el salto ansiado por la afición. Benito, Javi, Ortega, Ricardo, Pedro, Trigueros, Rafa, Justo, Nanclares, Agustín, Aurelio, Pozo I, Pozo II, Barcia, Óscar Ramón, Fernando, Flores, Quique, Herrero, Del Rivero, Alberto o Cid, entre otros más aunque algo corta para las pretensiones, tenían la suficiente calidad y enjundia en sus pies como para dar rienda suelta a los intereses de aficionados, directivos y el propio entrenador en la primera de las tres temporadas que pasó en la Ciudad de la Cerámica. Pero con todo, faltaba algo de salsa al plantel; algo que en el fútbol es fundamental: el gol. Y desde Madrid llegó para afrontar ese cometido un joven jugador de 19 años, o 20 recién cumplidos, llamado José María Luengo, que había despuntado en los juveniles del Atlético de Madrid. ¡Miel sobre hojuelas si el olfato realizador se trasladaba al terreno de juego!
Como era de esperar la liga fue un paseo militar. El equipo a varias jornadas para la conclusión ya era campeón, que en datos se tradujo al final en 51 puntos con 20 ganados, 11 empatados, 5 derrotas, 64 goles a favor y 28 en contra. Un paseo, sobre todo en El Prado donde el único equipo que había logrado derrotarle fue el Villarrobledo. Como primero de grupo debería afrontar la liguilla de ascenso a Segunda B.
El bombo les deparó a Jaén —4º de su grupo—, Écija —3º— y Cacereño —2º— como rivales, de la que finalmente saldría el Real Jaén que por entonces estaba entrenado por Gregorio Manzano, que tenía un equipo en el que figuraban jugadores como Ignacio, Rafa, Guillén, Pascual, Alejandro, Trigueros —José Antonio—, Guillén, Bayardo, Laguna —que después jugaría en el Talavera—, Pedro Gómez, Vicente Herrero, Lozano, Julio Cesar, Chumilla y Esteban entre otros. Pese a la igualdad del grupo, el equipo de manzano fue el más solvente.
Pero a cinco jornadas de la finalización de la liga regular llegó una noticia bomba a Talavera, que agrietó los cimientos de la estructura blanquiazul desde la cúpula directiva al aficionado más modesto. Y es que todo un Real Madrid se había interesado por los servicios de José María Luengo, por su cantidad de goles —fue Pichichi de la liga regular— y esos movimientos en el área que realizaba a modo y semejanza de Emilio Butragueño. El debate se acaba de abrir en la Ciudad de la Cerámica: dejarle marchar o esperar a que concluyera la liguilla de ascenso.
Juan Bermúdez —el presidente hoy en día ya fallecido— lo tenía muy claro: “no se podía rechazar la oferta ante un jugador que finalizaba contrato y quedaría libre al concluir la liga. Además, los excelentes resultados deportivos habían incrementado los gastos del club por las primas y la economía no era boyante. ¿Cómo rechazar un millón de pesetas más IVA en mano, el compromiso del Real Madrid B —antes Castilla— de jugar un amistoso en Talavera, y la decisión de dos jugadores de la disciplina madridista al Talavera para la próxima temporada? No se podía decir no a tan suculenta oferta, que podía verse incrementada con cinco millones de pesetas si Luengo llegase a jugar cinco partidos con el equipo de Primera división en dos años y tres más si fuese a la selección nacional por dos veces en el mismo tiempo”. Creo que todos lo entendieron, aunque claro que hubo debate.
Y este debate, que se desarrollaba en todos y cada uno de los mentideros deportivos de la ciudad, también se trasladó a la prensa. Y de la prensa de la época, en concreto de la Revista BISAGRA, hemos rescatado lo siguiente.
Casi todos los informadores talaveranos seguidores del Talavera nos han pedido que retrasemos la «encuesta» para después del crucial encuentro del domingo frente al Jaén. De cualquier forma, han dejado claro que, al igual que gran parte de la afición, están desilusionados por la marcha del equipo en los últimos tiempos y que las esperanzas de ascenso parecen remotas.
JULIO MARTIN (La Voz del Tajo): El Talavera atraviesa una difícil situación anímica desde que se relajaron al conseguir el liderato definitivo en el grupo. Dejar irse a Luengo fue un error, más aún habiendo dejado irse antes a Cid, su único posible recambio. Se ha programado mal el playoff y ahora se pagan las consecuencias. No creo que subamos.
PEDRO PABLO MORENO (Lanza): El ascenso lo veo prácticamente imposible. Como mucho le doy un 5 por 100 de posibilidades. Son incapaces de marcar un gol desde que se fue Luengo. Dejarle marchar fue el gran error de la directiva, porque metía goles y provocaba ocasiones.
MANUEL HERNANDEZ (El Día de Toledo): Las oportunidades que el Talavera ha tenido de marcar en los dos partidos fuera de casa han sido muchas, sin que se materializaran. Por lo tanto, el ascenso aparece como algo remoto, ya que en el playoff no caben alegrías. La operación Luengo me parece bien, pero la está pagando el equipo.
FRANCISCO MADINABEITIA (Radio Popular): El ascenso lo veo difícil, ya que el equipo ha perdido el lo quede gracia que tenía gran parte de la temporada. Los jugadores han perdido incluso forma física. El traspaso de Luengo fue una buena gestión, que había que hacer, pero se nota mucho.
JESUS JAVIER RODRIGUEZ (Onda Cero Radio, ya fallecido): En mi opinión ha habido un bajón generalizado en el equipo desde que ganaron en su grupo, independientemente de que se traspasara a Luengo. Para subir haría falta, como primera base, un triunfo sonado ante el Jaén que sirva de revulsiva.
FERNANDO LUCAS (Diario Ya): El Talavera ha perdonado demasiado en el playoff, desperdiciando ocasiones de oro en las que el fallo clama al cielo. Siendo optimista, el equipo tiene un 40 por 100 de posibilidades de subir. Es una especulación, pero probablemente con Luengo no se hubiera errado lo que se ha errado.
MARIO RINCON (Radio Arco Iris): Yo creo que el ascenso lo tenemos al alcance, si es que ganamos al Jaén. Fue un error dejar marchar a Luengo, pues era más importante ascender que ganar un kilo. Pero aún con su baja, creo que ascenderá.