Una de las campañas preventivas con un impacto directo sobre los usuarios de las vías son las de alcohol y drogas, en las que los dispositivos de control en zonas estratégicamente seleccionadas, ofrecen unos resultados a corto plazo fácilmente cuantificables.
Estudios publicados por la DGT, indican que “la capacidad de vigilancia es fundamental y es inversamente proporcional al número de accidentes: a más vigilancia, menos siniestros”. Días después de la campaña e incluso alguna semana, los accidentes en los que el factor determinante es el alcohol o las drogas, caen a mínimos, mostrándose residualmente en el cómputo global de accidentalidad.
En una sociedad en la que culturalmente el ocio y la diversión mantienen un arraigo histórico con el alcohol, la programación de estos dispositivos de vigilancia y control no sólo deberá ir enfocada a fechas en la que se registren el mayor número de desplazamientos posible, sino que estas campañas deben coincidir además con momentos temporales en los que se desarrollan determinadas actividades de ocio, no solo por su repercusión debido al número de movimientos circulatorios, sino porque es cuando suceden más accidentes en los que el alcohol o las drogas están presentes.
El pasado fin de semana comezó la pogramación de campañas y controles, que una vez superado, la Policía valora positivamente el impacto sobre los conductores debido al final de las pruebas de acceso a la universidad; la celebración de graduaciones en institutos; la inauguración e inicio de temporada para algunos locales de ocio conocidos en la ciudad, así como las previsiones de público del Festival de música “Capital Fest” auguraban una gran difusión y repercusión de estos controles.
En los diversos dispositivos de control que se desplegaron a lo largo del fin de semana en diferentes puntos y horarios, se han corregido numerosas infracciones, evitando riesgos potencialmente mayores. Cabe destacar que, el número de infracciones por consumo de sustancias tóxicas no permitidas en la conducción, generalmente cannabis, prácticamente se encuentra a la altura de las infracciones cursadas por la conducción con ingesta de alcohol en tasas superiores a las permitidas.
En este sentido, estudios recientes indican que en los hábitos sociales disminuyen las infracciones al volante por ingesta de alcohol, pero en su contra, se elevan el número de conductores controlados con presencia de drogas en el organismo.
Además, se han observado numerosas infracciones en cuanto al mantenimiento del estado del vehículo así como por circular sin el correspondiente cinturón de seguridad. Cuestiones que por un menor riesgo de los usuarios, no son menos importantes.
En una ciudad como Talavera, con una orografía prácticamente plana en su totalidad, con cantidad de servicios a nuestro alcance, la movilidad y el traslado a diferentes puntos no debe presentar un inconveniente y menos aún cuando se trata de “salir de fiesta”. Son varias las opciones con las que cuentan los ciudadanos y todas válidas, desde el transporte en servicio público (bus urbano, taxis), como turnar el conductor que no bebe, así como el medio más económico y saludable, el traslado a pie.
A pesar del trabajo realizado y las infracciones corregidas en los dispositivos de control efectuados por la Policía Local, se mantienen cautos y aún esperan el día en el que no detecten ninguna infracción en los dispositivos de control.