Las beneficiarias serán entidades sociales que trabajan en el apoyo a colectivos que se encuentran en situación de vulnerabilidad, en riesgo de exclusión, desempleados, mayores, personas con discapacidad, inmigrantes y refugiados; así como asociaciones dedicadas a la protección del medioambiente en materia de biodiversidad, economía circular, innovación ambiental y reto demográfico.
El acuerdo de colaboración ha sido presentado en un acto en la sede operativa de CaixaBank en Madrid, por el director de Acción Social de CaixaBank, Raúl Marqueta, y la directora general de Fundación Montemadrid, Amaya de Miguel.
El convenio recoge la puesta en marcha, a lo largo de este año, de dos acciones conjuntas. Por un lado, la ‘Convocatoria de Medioambiente 2022’, lanzada en primavera, con el objetivo de apoyar, con 300.000 euros, proyectos medioambientales en Castilla-La Mancha y la Comunidad de Madrid.
Las iniciativas seleccionadas, que se conocerán próximamente, buscan mejorar el patrimonio natural a través de la conservación de la naturaleza y la biodiversidad y el uso sostenible de los recursos naturales, en un año en el que la Organización de las Naciones Unidas se ha marcado como objetivo ayudar a resaltar el papel crucial de las ciencias básicas para el desarrollo sostenible.
Además, CaixaBank y Fundación Montemadrid lanzarán el próximo otoño la ‘Convocatoria Social 2022’, que respaldará económicamente proyectos de entidades con fines sociales en Castilla-La Mancha y la Comunidad de Madrid.
El director de Acción Social de CaixaBank ha puesto en valor que “este acuerdo es fundamental para impulsar el desarrollo social, económico y medioambiental de dos comunidades autónomas que son clave para el banco con el objetivo de afrontar los retos que tenemos por delante y que requieren de nuestra implicación conjunta”.
Por su parte, la directora de la Fundación Montemadrid ha manifestado que “estas convocatorias son más necesarias que nunca porque la sociedad se enfrenta a nuevos retos”. "Precisamente por ello, es necesario apoyar y trabajar de la mano con las entidades sociales y medioambientales que son capaces de detectar las nuevas problemáticas y que nos permiten llegar a cada barrio y a personas a las que no podríamos llegar sin ellas”, ha apuntado De Miguel.
CaixaBank es una entidad con una vocación profundamente social. La entidad, referente en banca socialmente responsable, mantiene una actitud de servicio hacia sus clientes y toda la sociedad en general.
El impulso de iniciativas de acción social y el fomento del voluntariado son una forma de contribuir a dar respuesta a los retos que demanda la sociedad, a la vez que, a través de la actividad financiera, la entidad ofrece servicios y soluciones para todo tipo de personas.
La estrategia de Acción Social se centra en fomentar acciones sociales propias, otras en colaboración con la Fundación “la Caixa”, así como otras alianzas que se impulsan de forma directa desde el banco. Gracias a su capilaridad territorial, la red de oficinas de CaixaBank, la mayor de España, con presencia en 2.200 municipios, puede detectar las necesidades locales implementando los programas desde la cercanía, así como apoyar a la Fundación “la Caixa” en la canalización de las ayudas económicas a las entidades sociales.
La actuación responsable de CaixaBank ha sido reconocida por los principales organismos internacionales. El Dow Jones Sustainability Index la sitúa entre los mejores bancos mundiales en términos de responsabilidad corporativa. La organización internacional CDP, por su parte, la incluye como empresa líder contra el cambio climático. Además, Naciones Unidas ha otorgado a sus filiales VidaCaixa y CaixaBank Asset Management, la máxima calificación (A+) en inversión sostenible.
Fundación Montemadrid es una de las entidades privadas sin ánimo de lucro que mayor esfuerzo ha dedicado a la hora de impulsar y promover la acción social, la educación, la cultura y la protección del medioambiente en nuestro país. Su actividad se dirige hacia la mejora de la calidad de vida y la inclusión de colectivos y personas en dificultad social, al tiempo que se fomenta una ciudadanía participativa con un mayor acceso a la cultura y a la educación. La Fundación mantiene y gestiona centros socioculturales como La Casa Encendida o Casa San Cristóbal, centros educativos, bibliotecas, centros de mayores, centros especiales de empleo y varios centros de gestión cedida a instituciones sociales, entre otros.