El Gobierno de Castilla-La Mancha ha destinado cerca de 300.000 euros en diversas actuaciones dirigidas a la reducción de la contaminación ambiental y la mejora de la eficiencia energética en centros sanitarios del Área de Salud de Atención Primaria de Toledo, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM).
A través de este proyecto se ha llevado a cabo la instalación de 274 placas fotovoltaicas en los centros de salud de Bargas, Polán y Villaluenga de la Sagra cuya potencia instalada total es de 110 kWp (kilovatio pico. Con estas tres estaciones de producción de energía solar fotovoltaica se produce una energía anual de 134.037,15 kWh (kilovatio hora), lo que evita la emisión de 44 toneladas de CO2 a la atmósfera.
Asimismo, en el Área de Salud de Atención Primaria de Toledo se han adoptado otras medidas relacionadas con la sustitución de los equipos existentes por otros con mayor rendimiento energético estacional con tecnología más eficiente y refrigerantes más ecológicos, y, por lo tanto, con menor consumo de energía para dotar a estos centros sanitarios de las mismas prestaciones.
Entre estas actuaciones destaca la transformación de las salas de calderas, de gasóleo a gas natural en los centros de salud de Polán y Villaluenga de la Sagra, lo que ha hecho posible la reducción en un 20 por ciento de la emisión de dióxido de carbono a la atmósfera.
La incorporación del conjunto de estas medidas ha permitido un importante ahorro económico de alrededor de 50.000 euros anuales y la reducción de 84 toneladas de CO2 al año a la atmósfera en estos tres centros sanitarios, pertenecientes al Área de Salud de Atención Primaria de Toledo.
Actualmente, otros tres centros de salud de esta área sanitaria, Benquerencia en Toledo, Camarena y Seseña se han sumado a este plan de mejora energética. Con la instalación de 162 kWp de potencia en placas solares se pretende reducir el consumo de 148.620 kWh al año de la red eléctrica, lo que previsiblemente evitará la emisión de 49 toneladas de CO2 al año a la atmósfera y supondrá un ahorro aproximado de 30.000 euros al año.
Esta inversión está financiada en un 80 por ciento con fondos FEDER de la Unión Europea y se enmarca dentro del programa operativo FEDER 2014-2021 de Castilla-La Mancha con el objetivo de reducir las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera y fomentar la eficiencia energética en los centros sanitarios de la Comunidad Autónoma.