La Dirección General de Tráfico (DGT) ha querido recordar las normas básicas a cumplir a la hora de coger una rotonda, recordando las consecuencias que conllevan no hacerlo. No respetar alguno de estos cinco preceptos es constitutivo de infracción, y con ello de multa.
Las cinco infracciones más comunes que se pueden cometer a la hora de afrontar una rotonda están consideradas como faltas graves, con lo que se castigan con multas económicas de entre 200 y 500 euros.
Igualmente, las maniobras más peligrosas pueden acarrear la pérdida de hasta seis puntos del carnet. Incluso si se consideran conducción temeraria, puede acarrear penas de prisión.
Es una de las conductas más graves que podemos cometer a la hora de acceder o salir de una rotonda y por eso el exceso de velocidad puede llegar a ser castigado con la combinación más dura —500 euros y seis puntos del carnet— y pueden llegar a considerarse conducción temeraria.
Entrar demasiado rápido en una glorieta —algo que sucedió en un 8% de los accidentes en estas zonas— puede provocar una colisión con otros vehículos o, incluso si no hay otros coches implicados, acabar con el nuestro volcando o chocando contra la zona central. Y hay que tener especial precaución en las salidas de las mismas, sobre todo en las ciudades, ya que es habitual que allí se encuentren pasos de cebra. Eso significa que puede generarse una situación de potencial atropello de un peatón.
Recordemos que a la hora de entrar en una glorieta hay que respetar una norma de prioridad, que es bastante sencilla pero no siempre se cumple: los vehículos que están dentro tienen preferencia.
No hacerlo genera de inmediato una situación peligrosa que, si el tráfico es intenso, puede provocar incluso un accidente múltiple. Por ello esta infracción también está duramente castigada. La multa es de 200 euros y, además, conlleva la detracción de cuatro puntos del carnet.
Las dos siguientes son de las situaciones que más comúnmente vemos en las rotondas y que muchos conductores no saben que tienen sanción. La primera se refiere a actitudes como cambios de carril sin señalizar o no respetar las distancias con el resto de vehículos.
Cambiar de carril sin respetar la prioridad lleva consigo una multa de 200 euros, aunque en este caso no supone la pérdida de puntos.
Esta maniobra, muy habitual sobre todo en algunas zonas de España, es ilegal. Algunos conductores toman el carril interior de forma incorrecta pensando que así la circulación es más segura y fluida. Pero a la hora de salir de la glorieta, hacerlo desde el carril interior es potencialmente peligroso, además de estar prohibido.
Porque puede generar impactos contra los vehículos que circulan correctamente por el exterior o provocar que tengan que frenar bruscamente para evitar el choque y derivar en otro peor con el resto del tráfico.
Como es fácil suponer, esta conducta puede llegar a recibir la sanción más dura, de 500 euros de multa económica y seis puntos del carnet y es susceptible de derivar en conducción temeraria por poner vidas en peligro.
Cuando hay ciclistas circulando en una rotonda, igual que en el resto de vías, hay que tener especial atención ya que se trata de usuarios especialmente vulnerables. Si provocamos un accidente con un ciclista que circula correctamente la maniobra también puede ser considerada como conducción temeraria y recibir la máxima sanción: 500 euros y seis puntos.