Alberto Retana | Miércoles 23 de abril de 2014
El patio está revuelto, muy revuelto. Con los casos Bárcenas y Fundación Ideas en lo más alto, cada españolito nos desayunamos vorazmente los medios de comunicación para ver ‘qué hay de nuevo’ en las pesquisas que los benditos periodistas sacamos cada día.
San Francisco de Sales, al que celebrábamos el pasado jueves, nos asiste en este mundo selvático donde la Justicia no hace la labor que se espera de ella y los políticos cada hora están más en entredicho por su incapacidad de conectar realmente con sus gobernados.
Vuelvo a no distinguir entre colores porque en todos los patios salen amapolas pero hay una constante en la vida que más de un dirigente debería aplicarse antes de actuar o tan siquiera hablar. Asegura el dicho que ‘el hombre es dueño de sus silencios y esclavo de sus palabras’ y ahí, por ejemplo, ha patinado el Alcalde de Talavera, Gonzalo Lago, que denunció años atrás que se trataba de un dato ‘categórico y vergonzoso’ el que el gobierno de su antecesor Rivas en el Ayuntamiento cerámico se situara en el puesto 97 de los consistorios españoles en cuanto a transparencia.
Ahora las escobas se vuelven escopetas al conocer que el mismo baremo coloca a su Ejecutivo en el puesto 106, más abajo aún en la tabla que cuando él era oposición.
El inexorable paso del tiempo no respeta a nadie y esa condición debe tenerse muy en cuenta, aunque haya instituciones a las que el reloj o el calendario no les afecte demasiado. Tal es el caso del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, el cual continua si dar ‘señales de vida’ respecto de su esperada sentencia sobre el cierre o no de los Puntos de Atención Continuada en 21 poblaciones de la región.
Si se trata de urgencias sanitarias es normal pensar que a ninguno de los magistrados que deben decidir les afecte la situación, porque –al margen de su decisión que será respetada por todos– aquí, los administrados, estamos esperando como agua de mayo su palabra. De lo demás siento vergüenza por los agravios que se siguen cometiendo con la ciudad de Talavera en cuanto a cierres de servicios sociales y ratios de escolarización. Desde las más altas esferas nos siguen considerando ‘ese pueblo lejano junto a Extremadura’. El tiempo dictará sentencia.
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