Con la resaca aún vigente de la final de la Copa del Rey —felicidades a todos los béticos— en Sevilla nos adentramos en una matinal futbolística —y la tarde también porque el Talavera B y el Cazalegas Ébora Formación se jugarán a las 18:00 horas casi el ascenso a Tercera— de domingo en la Ciudad de la Cerámica para no perdérsela. Se jugaba a tres bandas con mucho en juego tanto en Talavera como en Bilbao y Madrid —y en la Capital del Reino seguramente este lunes, a expensas de que Competición dictamine sobre la impugnación del Déportivo— con tres equipos implicados: los de Mosquera, los riojanos del SD Logroñés y el filial del Bocho, éstos jugando entre sí. Los móviles de los aficionados blanquiazules hervían recibiendo noticias y ajustando la clasificación pese a que habrá aún 15 puntos en litigio más; y no era para menos. Los nervios eran evidentes en la grada, que pese a la convulsa semana —por el precio que se quería imponer a los abonados— había respondido para no dejar al equipo en inferioridad. Y como así lo hemos visto, así se lo queremos contar.
Manu Mosquera pretendió de entrada fortalecer el medio campo y su banda derecha sacrificando a Pichín y Toño Calvo con la presencia de Monroy y Perales. Borja Jiménez con los clásicos salvo el debú del sevillano Antoñito y suplencia para Miku. Era evidente que uno y otro tenían estudiadas sus bazas y sólo cabía esperar que las estrategias funcionaran conforme a lo establecido en el juego de pizarra elegido.
La intensidad de los blanquiazules hizo rodar a varios jugadores gallegos por los suelos en los minutos iniciales; el Déportivo controlaba en todas las parcelas, o casi, y Víctor Ruiz se jugó la cartulina —era muy pronto para poner el listón tan alto debió pensar el colegiado murciano— en falta sobre Wiliam de Camargo cuando se intentaba meter en el área; su ejecución no fue a mayores. La respuesta de los de Mosquera un doble saque de esquina, asimismo sin consecuencias. En Bilbao los de Salinas ya ganaban a los riojanos. Las espadas seguían en todo lo alto. Quiles en el 14 la tuvo, pero disparó flojito a las manos de Sousa.
Todos peleaban cada metro del campo; todos no dudaban en meter el pie; todos hacían notar su presencia ante el cuero y éste rodaba de una parcela a otra sin un poseedor fijo. Y ello propiciaban choques y caídas, que en una de ellas hizo que Campos Salinas mostrara la amarilla a Choco. Casi a punto de cumplirse la media hora un centro de Góngora fue reclamado como penalti en el despeje a la esquina de un defensor coruñés, que no concedió el árbitro. Se había sacudido el dominio gallego el once de Mosquera para decir que “ahí estaban ellos también”. No obstante, tras la media hora larga de juego los dos porteros apenas si habían tenido que intervenir para atajar balones. Parecía que se jugara al desgaste físico para sacar provecho en la segunda mitad.
A seis del cuarenta y cinco la tarjeta al visitante Jaime Sánchez provocaría una buena oportunidad del Talavera, pero el remate de Bourdal se fue por encima del larguero. Y de aquí al descanso llegaría lo mejor porque Jordi Ortega peleó con ahínco un balón que pasó a Añón, para que éste sirviera al área donde la cabeza de Pablo Monroy hizo inútil el empeño del meta coruñés. Era el minuto 42 y todo se ponía favorable para el Talavera. En Santander se festejaba el gol porque situaba a su equipo como conjunto de Segunda; y en Talavera porque en ese momento se igualaba al DUX Inter, que empataba sin goles con el Sanse y con el que tiene el average particular equilibrado. Aunque el susto en el añadido llegaría con el disparo al palo derecho de Villares. El Talavera había maniatado a los gallegos y ahora había que esperar lo que aconteciera tras la reanudación.
No duraría mucho la alegría talaverana porque con sólo cuatro minutos de juego, y tras dos aproximaciones del Talavera, un balón filtrado al área de los de Mosquera lo aprovechó el pichichi de la categoría Alberto Quiles para hacer el 1-1. Era el minuto 49, como decíamos, y de nuevo las espadas en todo lo alto. La tarjeta a Vicente Romero anunciaba que el Déportivo iba a por todas; Sousa tuvo que salir a los pies de Alex Bergantiños; y en las bandas comenzaban hombres de unos y otros a calentar.
Quiles seguía generando problemas a la zaga del Talavera, con un disparo a la cruceta, que intentaba “sacudirse moscas” a la contra. Toño Calvo por Vicente fue el primer relevo en los de Mosquera, que no eran capaces de llegar al área de Mackay con sensación de peligro. Preferían guardar la ropa que nadar a la desesperad sabedor del peligro de los gallegos.
Cuatro cambios —tres en el Talavera con Adighibe, por fin, entre ellos y uno en el Déportivo— de una tacada aprovechando el parón del minutos 71. Y dos después Yeremay suplía a un enfadado Wiliam de Camargo, que seguía buscando el gol, aunque las caídas y los resbalones se producían con excesiva frecuencia a 15 minutos de la finalización, lo que hacía que el juego fuera poco vistoso. Percances varios —Rodrigo y Lapeña— motivaron que Campos Salinas parara el crono con un equipo visitante ya a la caza de lo que fuera.
Miku suplía a Mario Soriano con ese objetivo. Edu Sousa evitó el 1-2 cuando Escalante suplió a Rodrigo y el conjunto visitante era el único que buscaba ganar. Seis minutos de añadido. ¿Daba por bueno el punto Mosquera? No lo sabemos aunque Adighibe sacara el único córner del Talavera en la segunda parte. El crono caminaba inexorable y Toño Calvo veía la cartulina que le impedirá jugar en Ferrol la próxima semana. El colegiado indicó el final, el Talavera suma un punto que no le “penaliza” en exceso tras el empate del DUX y el Déportivo “permite” que el Racing de Santander sea nuevo equipo de Segunda División. Así lo vimos y así se lo hemos contado.
CF TALAVERA: Edu Sousa, Choco, Góngora, Vicente Romero (Toño Calvo 62’), Víctor Ruiz, Bourdal, Jordi Ortega, Añón (Dani Pichín 71’), Perales (Adighibe 71’), Rodrigo Rodrigues (Escalante 87’) y Pablo Monroy (Jordi Martín 71’).
DEPORTIVO DE LA CORUÑA: Ian Mackay, Antoñito (De Vicente 74’), Lapeña, Jaime Sánchez, Héctor Hernández, D. Villares, Alex B, Jueguen, Mario Soriano (Miku 83’), Quiles y Wiliam de Camargo (Yeremay 71’) .
ÁRBITRO: Juan Antonio Campos Salinas con José Hernández García y Luis Miguel Marín Robles del colegio Murciano. Cartulinas para los locales Choco, Vicente Romero y Toño Calvo,y al visitante Jaime Sánchez.
GOLES: 1-0. Minuto 42. Pablo Monroy. 1-1 Minuto 49. Alberto Quiles.
INCIDENCIAS: Estadio Municipal El Prado. Aceptable entrada — 2.476 espectadores, bastante menos de la esperada— con menguada presencia de seguidores gallegos. Matinal agradable en la Ciudad de la Cerámica para presenciar el partido de la jornada 33. Minuto de silencio memoria de Natalia Muelas, hermana del capitán del Juvenil División de Honor del FS Talavera, Alberto Muelas.