Verano de 2011, agosto para ser más exactos. A principios de ese mes tomaba posesión como nuevo director general de Caja Rural de Toledo un hombre joven, instruido con las mejores mimbres financieras posibles y forjado en el terreno de sus mayores, en la provincia de Toledo, en su tierra.
Víctor Manuel Martín López ocupaba el cargo ejecutivo más importante de una entidad en crecimiento –la Caja Rural de Toledo– que, a partir de entonces, experimentaría un salto cualitativo y cuantitativo que no ha parado hasta el día de hoy y la sitúa en los puestos más altos del ranking financiero español.
No se puede negar que ‘de casta le viene al galgo’, pues su padre Rafael Martín Molero envolvió cada letra del nombre de La Caja en un aura de seriedad, confianza y aplomo que Víctor Manuel ha agrandado más, si cabe.
Desde esa fecha hace ya casi once años, la cooperativa de crédito ha cambiado de nombre –Eurocaja Rural– y de forma, no en vano ha más que duplicado su red de oficinas y número de empleados, pero se empeña en mantener un sendero que nunca ha abandonado: la atención cercana a sus clientes.
En estos últimos meses en que cada mañana desayunamos con una noticia convulsa que nos puede hacer girar la agenda radicalmente o nos hiela la sangre por la incertidumbre que conlleva cada hecho que acontece en nuestra cambiante sociedad hemos querido tomar el pulso informativo con el director general de Eurocaja Rural y conocer, así, su visión de la actualidad y las circunstancias que pueden marcar nuestro futuro a través de una entrevista que les ofrecemos durante los próximos días.
P.- Eurocaja Rural, con una forma de vida muy concreta, con un crecimiento sostenido pero también con un importante proyecto de expansión, ¿es realmente una empresa de nuestra tierra?
R.- Absolutamente, somos una empresa que tiene como espejo la prudencia, la serenidad y el saber estar que tenía Sancho Panza. Pero también la aventura, la imaginación y, sobre todo, las ganas de emprender nuevos proyectos que tenía El Quijote.
Por lo tanto, nos identificamos perfectamente con esta tierra. Somos una empresa de Castilla-La Mancha, una empresa que nació en Toledo y que hoy tiene ya ámbito nacional.
Como bien sabéis, estamos en 5 comunidades autónomas, en 12 provincias y cada vez más. Desde 2011 seguimos en pleno proceso de expansión. Y creo que es un reflejo del sentir de esta tierra: somos gente emprendedora, gente valiente y, al final, las empresas se muestran y se empapan de los valores de las personas que trabajan en ellas. Afortunadamente, en esta bendita casa, trabajan prácticamente 1.200 profesionales… gente que tiene como guía el crecimiento, el servicio, la atención, la humanidad. Gente que practica un modelo de servicio financiero diferente basado en las personas, en escuchar a todo el mundo, en especial al cliente y, de verdad ponerlo en el centro. No de boquilla, sino de hecho y de cierto.
Tanto es así que, ya conocéis nuestras campañas ‘No te mandamos al cajero’ que, en realidad, no es una campaña como tal, sino un mensaje de lo que hacemos; o que ‘En esta oficina hay horario ininterrumpido de 8:30 a 14:00’, porque la gente va a que le atiendan, no a que le restrinjan. Nosotros hemos puesto como algo novedoso lo que llevamos haciendo prácticamente los 60 años de historia de La Caja, que es tratar a la gente como se merece, con el mejor servicio. Y, efectivamente, somos una empresa de aquí, nos sentimos de aquí, estamos perfectamente implicados en el territorio y, por suerte, cada vez más. Por ejemplo, en estas últimas semanas, se han anunciado más cierres de oficinas de otras entidades. Sin embargo, la nuestra, está avanzando de forma espectacular.
“Somos una empresa de la prudencia, la serenidad, el saber estar que tenía Sancho Panza pero también la aventura, la imaginación y, sobre todo, las ganas de emprender nuevos proyectos que tenía El Quijote”
P.- Sois una empresa financiera que vais a la contra del resto del sector. Los demás, en los últimos años, fusionan, cierran y vosotros abrís más; los demás restringen horarios y vosotros os mantenéis en lo que es la banca cercana de toda la vida… ¿Por qué?
R.- Pues quizá… o porque estamos locos, que yo creo que, después de 11 años ya con una expansión como la nuestra, locos no estamos… Simplemente hemos demostrado que los números tienen poca interpretación. Las intenciones, puede, pero los hechos y los resultados poca interpretación tienen.
Y, en ese sentido, hemos dejado claro que hemos triplicado el balance, doblado la red de oficinas, prácticamente doblado la plantilla, que estamos cerca de los 500.000 clientes ya y, esto se hace, porque tenemos una estructura menos pesada que las que tenían otras entidades financieras, menos rémoras a nuestras espaldas en nuestro balance, menos cargas pesadas en nuestras cuentas de resultados y, claro, también hemos visto la oportunidad.
Entendemos que, a lo mejor, no hemos sido la entidad más eficiente financieramente hablando, pero nunca lo hemos pretendido tampoco. Vaya por delante que nuestra forma jurídica, nuestra forma societaria y mercantil, es de una Sociedad Cooperativa de Crédito. Nosotros no tenemos accionistas que nos estén pidiendo retornos tremendos por su capital, sino que tenemos socios cooperativistas que realmente lo que quieren es que Eurocaja Rural, La Caja, esté presente en sus municipios, dándoles el servicio que pretenden y que sigamos apoyando a los sectores de toda la vida. Al sector primario, al agrícola, al ganadero, a nuestras cooperativas y, por supuesto, al pequeño y mediano comercio, a los autónomos, a las pymes, a la gran empresa, a las instituciones, a las administraciones. Seguimos prestando un servicio que los demás, por sus estructuras de costes, por sus números de eficiencia, por las limitaciones que supone su deber de retribución al accionista, han tenido que ir soltando lastre y eso ha supuesto cerrar oficinas y despedir profesionales. Como la Ley de los Gases Nobles, tendemos a ocupar todo el espacio posible, y eso nos ha traído rendimientos, aunque, también nos ha supuesto y, nos sigue suponiendo, realizar inversiones en nuestro balance y nuestra cuenta de resultados. A la larga, y en el corto plazo, estamos obteniendo rendimientos muy altos. Hay retorno a la inversión.
“No tenemos accionistas que nos estén pidiendo retornos tremendos por su capital, tenemos socios cooperativistas que realmente lo que quieren es que Eurocaja Rural, La Caja, esté presente en sus municipio y que esté dándoles el servicio que ellos pretenden”
P.- ¿Es que quizá el resto de la banca solo piensa en los dividendos y vosotros quizá al ser, como bien decís en alguno de vuestros lemas, una empresa 360 lo que hacéis es reinvertir y humanizar la sociedad que tenéis cerca?
R.- Pues sí, porque al final tanto le vaya mejor a nuestra tierra, a nuestra gente, tanto mejor nos irá a nosotros. Nosotros no somos una empresa centrada en mercados internacionales, que haga megaoperaciones de inversión, que nos sitúe como brokers de arbitraje de miles de millones de euros… no. Nosotros somos una empresa que está basada en el servicio, preocupada por captar clientes, abrir cuentas corrientes, libretas, captar sus fondos de inversión, de dar préstamos, de dar créditos, de financiar un tractor, de dar una cuenta de crédito a un comercio, de dar un préstamo para inversiones de una gran empresa, de financiar administraciones, de las nóminas, de las pensiones, es decir, de una banca minorista, de una banca universal, tradicional, pero también moderna. Yo creo que el problema es que estamos buscando cómo sustitutivas cosas que no lo son. Es decir, es que lo digital no está contrapuesto a lo analógico, sino que son perfectamente complementarios. Hemos entrado en la digitalización, pero manteniendo el servicio humano. Nosotros practicamos, a mí me gusta decirlo, un modelo de hibridación entre el mundo humano, analógico y el mundo tecnológico-digital. Tanto es así, y los números del último cierre de ejercicio lo dicen, que más del 51% de nuestros clientes operan por vías digitales. Pero eso no quita, insisto, que tengan su servicio financiero real con su oficina en su ciudad, en su barrio, en su pueblo, con profesionales al otro lado de la mesa, al lado del cliente para escucharle y solucionarle los problemas que tenga. Yo tengo mis cuentas en mi pueblo, en Sonseca, donde he vivido muchos años y yo a la oficina no voy, pero si necesito algo descuelgo el teléfono, marco a Kiko y le digo que necesito esto o lo otro. O sea, que lo tengo. ¿Y tú hacia dónde prefieres que se incline la balanza: ¿te doy un móvil, y apáñate como puedas o, si quieres, tu tablet y tu banca digital, o prefieres que te ayuden personas? Yo lo tengo claro. La elección la deben tomar los clientes, a los que las otras entidades no les han dado opción, porque, directamente se les ha cerrado.
Y hoy estamos asistiendo a que, en muchos pueblos, por ejemplo, en esta provincia, aquí en Toledo y en muchas oficinas de la comarca de Talavera, nos hemos quedado absolutamente solos ya. ¿Y qué está pasando? Pues que estamos recibiendo miles de nuevos clientes que se han quedado sin oficina de la noche a la mañana.
“Estamos asistiendo a que en muchos pueblos, por ejemplo en esta provincia, aquí en Toledo y en muchas oficinas de la comarca de Talavera, nos hemos quedado absolutamente solos ya. ¿Y qué está pasando? Pues que estamos recibiendo miles de nuevos clientes que se han quedado sin oficina de la noche a la mañana”
P. - ¿No es magia, es trabajo?
R.- No, esto es trabajo. Aquí la magia no existe. En las finanzas, cuando haces magia acabas entre rejas generalmente y esposado, ése es el problema. Por eso lo nuestro es trabajo, una plantilla tremendamente motivada, muy bien preparada, porque estas cosas no se ven. Eso está en el backoffice, en las cocinas… La formación continua del personal es tremenda, y además intentamos motivar a nuestra gente, estando muy cerca.
Yo creo que el problema de las empresas es que cuanto más grandes se hacen mayor es la desconexión de los directivos o los ejecutivos… yo creo que eso es algo que hay que desterrar de las empresas. A nosotros nos gustan organigramas más horizontales, no tan verticales, sabiendo que esto es una pirámide, que es como tienen que funcionar las cosas. Pero la cercanía es total con los equipos, con las estructuras, con los territoriales, con los directores de oficinas, con todos los empleados… cualquier circunstancia importante se comparte al segundo. Nuestros sistemas de información y, por supuesto, la formación, son totales y de una calidad absoluta…Hace varios años, incluso, instalamos una universidad corporativa con un campus on line que es una envidia, algo que nos ha dado un plus de calidad en la atención, en el servicio a nuestros clientes, en los conocimientos… porque así estamos al día de todo. Y esto es muy importante que se percibe en el devenir diario, así de claro.
“No es magia, es trabajo. Aquí la magia no existe. En las finanzas, cuando haces magia acabas entre rejas generalmente y esposado, ése es el problema. Por eso lo nuestro es trabajo, una plantilla tremendamente motivada, una plantilla muy bien preparada”