El pasado 15 de marzo, sobre las 9:00 horas de la mañana, la delegación del IES Ribera del Tajo que participa en el proyecto G.A.M.E (Gamification for more Effective teaching) puso rumbo a Plzn, República Checa.
Un viaje realizado en un contexto no del todo favorecedor, ya que el encuentro que tanto tiempo llevaban preparando profesores y alumnos del centro se iba a desarrollar en una atmósfera de tensión debido a las circunstancias bélicas actuales.
El temor y la inseguridad por viajar hacia Centro-Europa en estos momentos aplacaba la excitación habitual por estos viajes. Pero a pesar de ello, la delegación talaverana partió hacia República Checa en un viaje que se ha convertido en una de las mejores experiencias a nivel humano de sus vidas.
Este proyecto se encuadra dentro del plan de internacionalización de las enseñanzas y bilingüismo que lleva a cabo desde hace años el IES Ribera del Tajo. Proyectos ERASMUS+ que son una gran apuesta educativa del centro.
Estos proyectos fomentan el intercambio de experiencias con otros países de la UE y, a la vez, la práctica del inglés que se utiliza como lengua vehicular. Toda la comunidad educativa del Ribera del Tajo se ve enriquecida con ellos, no solo los profesores, puesto que implica a alumnos de todas las etapas, ESO, Bachillerato y Formación Profesional y a las familias cuando los encuentros son en nuestra ciudad.
GAME trata sobre gamificación o ludificación, es decir, el uso de las técnicas del juego en contextos que no son específicamente lúdicos como es el caso de la educación. Siempre buscando la motivación y la implicación de los alumnos en un mundo que cambia tan rápidamente a nivel tecnológico. Procurando conseguir que los alumnos sean los verdaderos protagonistas de su proceso de enseñanza-aprendizaje.
Dentro de los proyectos Erasmus+, GAME es una asociación estratégica que se basa en la formación e intercambio de las mejores prácticas y en la que tienen cabida, no solo centros educativos sino también ONGs, agentes sociales, bibliotecas, museos, etc.
En concreto, en este proyecto hay otros 7 centros asociados:
El proyecto fue aprobado en 2019 y debería haber acabado en 2021 pero, por culpa de la pandemia, no se pudo llevar a cabo según la planificación establecida en un primer momento y ha sido prorrogado hasta agosto de 2022.
Hasta ahora se han llevado a cabo 4 reuniones de socios. La primera fue en Ostrava para gestionar y planificar todo el desarrollo del proyecto. Una segunda fue en Kusadasi de formación del profesorado, así como la tercera que fue en Gijón.
En todas ellas se trabaja aprendiendo las bases y la teoría que hay detrás de esta metodología tan innovadora. Se aprende y se practica con numerosas herramientas digitales como son decktoys, edpuzzle, goose chase, quizziz, padlet, myclassgame... e incluso se elaboran clases gamificadas propias.
En la última, solamente hace una semana, también ha sido posible el acompañamiento de los alumnos que han participado activamente en todas las sesiones de formación y, además, han elaborado su propio sistema gamificado en el que han dado su visión de esta metodología.
En este tipo de encuentros no solo hay lugar para el conocimiento. El compañerismo, el compartir, el respetar, aprender de otras culturas, conocer personas, hacer amigos… también es parte de esta aventura.
Y lo vivido en Plzn es buena prueba de que este proyecto es un proyecto cargado de valores. La docente encargada de contar esta historia afirma que nunca antes había vivido una experiencia que le hubiese marcado tanto como la vivida en República Checa. Y es que, en esta reunión de socios, se han mezclado tareas propias del proyecto con tareas de cooperación humanitaria.
Todo comienza el primer día de su estancia en Plzn porque en el hotel en el que se alojaban vieron un grupo de niños pequeños, algunos con sus madres, y siendo un día lectivo les resultó curiosa la situación. A la noche volvieron a verlos y decidieron preguntar a la recepción del hotel que, para sorpresa, les dijo que había un total de 31 refugiados ucranianos, entre ellos 15 niños.
Entonces, sin dudarlo un segundo, comenzaron a comprar pinturas y cuadernos para colorear para esos niños. Sin embargo, conscientes de que solos no daban abasto, decidieron pedir ayuda a los compañeros del instituto, a familiares y a amigos.
En apenas 5 horas consiguieron recaudar 2.280€ a través de transferencias realizadas por Bizum. Una cantidad que se materializó en juguetes, pinturas, artículos de manualidades, cuadernos, ropa básica, zapatos, productos de higiene personal y comida. Una ayuda que no se limitó a los refugiados del hotel, ya que también se hizo entrega de esos productos en un centro de acogida de Cáritas.
Con todo comprado, el domingo por la mañana convocaron al grupo de refugiados en la recepción del hotel para hacerles entrega de todo. Para los niños, ajenos a la situación real que estaban viviendo, “parecía que habían llegado los Reyes Magos”. Sus madres no pudieron contener el llanto ante ese despliegue de solidaridad.
Con aquellos que hablaban algo de inglés pudieron comunicarse y las historias que contaban sobre cómo habían conseguido salir de su país eran estremecedoras. Atrás habían dejado a sus familias, sus casas, sus trabajos, etc.
Ante tal ayuda, los ucranianos preguntaban si pertenecían a alguna organización y, como no podía ser de otra manera, les indicaron que solo eran profesores en un proyecto de Erasmus que estaban llevando a cabo una muestra de solidaridad hacia la situación tan dramática que vive el pueblo ucraniano.