OPINIÓN

Cada vez, más y más, pero... ¡nada más!

Ciudadanos del acá

Luis González | Miércoles 23 de abril de 2014
Y es que no se acaba nunca de descubrir nuevos casos y situaciones de malas prácticas y atrocidades, que son muy claras para los ciudadanos de a pie… y, sin embargo, parece ser que son demasiado enrevesadas y difíciles para ue realmente tienen poder para poner el remedio a esas situaciones y, cuando sea delito, castigar a los culpables. No me cabe la menor que, tal y como vienen actuando, no vamos a terminar nunca con tantos desaguisados.

Yo no sé si es que realmente los profanos en la materia tienen una vista, más que de lince como para descubrir demasiados detalles de esas malas actuaciones y tal vez se pasen de listos…, o es que son unos cegatos aquellos que realmente lo tienen que dilucidar. El caso es que, según mi amigo epe, para unas cosas la democracia parece ser que es muy permisiva, porque todo el mundo… (en teoría, claro, porque a la hora de la verdad se está comprobando que no es así… y ya no somos tan niños en democracia, que ya los hay que tienen más de treinta años y han vivido muchas experiencias), pues eso, que todo el mundo tiene derecho a la famosa “presunción de inocencia”, pero es que ya, aunque en multitud de ocasiones huele tan mal que hasta da náuseas el pronunciarlo, sin embargo, se está comprobando que el tiempo luego lo deja reposar y hace que se marche el mal olor y al final nadie se acuerde de ello.

Ya se está empezando a cansar la gente de muchas actuaciones que se realizan al amparo de la democracia. No sé si ustedes lo verán así, pero ciertamente hay muchas situaciones que sobrepasan el sentir de los ciudadanos más sencillos. Y así, tal y como también lo piensa mi amigo Pepe, no se sabe si con tanta libertad de actuación, “los malos son los buenos o los buenos son los malos”. Él, como muchos otros, no pueden digerir en su mente, tantos hechos que, sin saber cómo, salen en las noticias de los periódicos y de las televisiones, con una nitidez deslumbrante. Por eso, mi amigo Pepe insiste, que si es verdad lo que dicen, no se puede explicar que esté ocurriendo así y, sin embargo, nadie haya tomado, ni tome, cartas en el asunto. Y, por otro lado, si no es verdad, tampoco entiende que se pueda airear, tan libremente, sin ser cierto. Lo explicaré con un ejemplo cercano, de los muchos que podríamos poner, para aclararlo mejor. Últimamente acabamos de escuchar una noticia, que también ha salido en prensa escrita y es fácil que ustedes lo hayan visto, en donde se dice “que un señor, en Toledo, paga veintidós ( sí, si, “22”) veces más de IBI, por un solar de parecidas características, o hasta incluso con menos edificaciones en su finca, que lo que paga el Sr. Bono por su hipódromo de Toledo, siendo vecinos de terreno...” ¿Cómo puede ser esto así, si el catastro lo manejan funcionarios?...

Si realmente es verdadera esa noticia, algo raro ha pasado ahí. Si no es cierta, se debería sancionar severamente a todos esos informadores, porque lo que se hace con esas “falsas noticias” es encender la ira de los ciudadanos. Yo pienso que si nos está costando (y nos va a costar) realmente tanto dinero el Sr. Bono, merece la pena que se estudie el caso. ¿Por qué no se aclara de una vez, todo lo referente a este señor? Y si no es verdad que se castigue a los informadores, por falsos, pues, por muy en democracia que se esté, la verdad debe imperar en todas partes. Hay cosas muy serias que jamás se debe frivolizar con ellas y saber que la “libertad empieza allá donde terminan los derechos”. ¿Son ciertas todas esas noticias asombrosas que vemos en televisión, periódicos, radio …? ¿Están jugando, los informadores y los políticos, con la inocencia de los ciudadanos…? Y qué me dicen de la justicia, en democracia. ¿Cómo es posible que se pacten acuerdos con los corruptos, para no ir a la cárcel, por ejemplo? ¿Cómo es posible que la justicia no tenga en cuenta, los casos de desahucios de la gente que se tiene que quedar en la calle porque no tiene a donde ir? Yo escuché a un juez que ellos pueden interpretar la ley y dependiendo de esto, las sentencias de desahucios pueden variar. La verdad que para esta gente sencilla y humilde no hay leyes democráticas que les amparen y sí una severa imposición del imperio de la ley. En cambio, para los poderosos y malvados, hay una benevolencia de la democracia y una amplia relajación en la aplicación de la ley... Desde luego, bien claro se ve que sigue dominando el dicho de que el “pez grande se come al chico” en dictadura, en democracia, en “partitocracia”… ¡o en “lechecracia”!

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