El pasado lunes 21 de marzo, dos camiones y dos furgonetas cargadas con más de 22.000 kilos de alimentos no perecederos, nutrición infantil, ropa de abrigo, y medicamentos, entre otro tipo de ayuda, pusieron rumbo a Chelm, en la frontera entre Ucrania y Polonia. Mañana, casi una semana después, estarán de vuelta en España, tras recorrer casi 7.000 kilómetros entre la ida y la vuelta. Pueden decir orgullosos que han cumplido su misión.
“Estamos contentos de cumplir nuestro objetivo, y de poner un granito de arena para ayudar a la gente que lo necesita”, comenta Raúl Sánchez, de Cárnicas Dibe, desde una de las furgonetas que han acompañado a los dos trailers en este trayecto solidario.
El viaje de los voluntarios talaveranos, con el apoyo de Cárnicas Dibe, Transportes y Gestión Talatir y la ONG Damark ya han iniciado el camino de vuelta a casa, pero no lo hacen solos, traen consigo a dos madres y sus hijos que llegarán mañana a Talavera de la Reina, “donde tienen familia”, explica Raúl Sánchez a La Voz del Tajo. Además, hasta Barcelona llegarán otra madre y su hija, junto a su perro.
Un total de 10 personas conforman el convoy humanitario, cargado de solidaridad, que ha recorrido más de 3.000 kilómetros, con 54 palés de donaciones, aportada por particulares y empresas, como informó La Voz del Tajo.
Se trata de una gran acción social, pero no ha sido fácil, ya que han podido comprobar con su propios ojos la crudeza del éxodo masivo que se vive por la guerra.