El paso de la borrasca Celia por la península ibérica ha dejado consigo un manto rojizo de polvo y barro, a la vez que ha teñido el cielo de color naranja, dejando un paisaje inusual. Esto se debe a la calima.
La calima desaparece cuando se produce un cambio en las masas de aire. Según la AEMET, la masa de aire proveniente del Sahara durará hasta hoy, cuando se desplace hacia el este y sea sustituida por un frente húmedo que provocará precipitaciones en la península y Baleares.
"Podría ir a más la lluvia de barro. Vamos a tener el polvo, que no se va, y las lluvias van a aumentar hoy y mañana. Realmente en la mayor parte de España hemos tenido deposición seca, polvo que cae por la gravedad", ha explicado el hombre de el tiempo de Antena3 Roberto Brasero.
"Hasta el viernes podemos seguir así", ha concluido.
La Dirección General de Protección Civil y Emergencias del Ministerio del Interior alerta a amplias zonas de la Península así como a ambos archipiélagos por fuerte oleaje, que puede alcanzar los 6 metros, por lluvias intensas y por vientos costeros, por lo que aconseja adoptar medidas de autoprotección. Además, avisa por precipitaciones abundantes este miércoles y jueves en zonas de Valencia, Alicante y Albacete donde se pueden acumular hasta 80 litros por metro cuadrado en 12 horas.
En concreto, la mayor incidencia se espera durante el miércoles por la mañana en La Coruña, con olas de 6 metros, aunque en amplias zonas podrían ser de unos 5 metros de altura.
La situación se debe a la borrasca 'Celia' que provoca vientos costeros y fuerte oleaje en Galicia, litoral cantábrico, gran parte del litoral mediterráneo y en ambos archipiélagos.
Ante los fuertes vientos costeros, Protección Civil recomienda a quien se encuentre en zonas marítimas que se aleje de la playa y de otros lugares bajos que puedan resultar afectados por las elevadas mareas y oleajes que suelen generarse ante la intensidad de vientos fuertes.
Así, aconseja no estacionar los vehículos en zonas que puedan verse afectadas por el oleaje ya que en estas situaciones el mar adquiere condiciones extraordinarias y puede arrastrar lo que y a quien se encuentra en sus proximidades. Por ello, insiste en no poner en riesgo la vida ante las imágenes espectaculares del fuerte oleaje.
Frente a las lluvias intensas recomienda a los conductores que disminuyan la velocidad, extremen las precauciones y no detenerse en zonas donde pueda discurrir gran cantidad de agua. En caso de tener que viajar, aconseja hacerlo preferentemente por carreteras principales y autopistas.
En caso de tormentas súbitas y lluvias intensas recuerda que es necesario tener en cuenta el lugar donde se aparcan los vehículos, ya que el rápido ascenso del nivel de las aguas puede dañar los vehículos aparcados sobre zonas inundables y, además, arrastrarlos, provocando daños a bienes ajenos e incluso obstaculizar el flujo natural de la corriente.
Por eso, en caso de que comience a llover de manera torrencial, recuerda que existe riesgo de inundación por lo que insiste en que no se debe atravesar ni con vehículo ni a pie los tramos inundados porque se desconoce lo que puede haber bajo el agua y, por el contrario, recomienda localizar los puntos más altos de la zona y no tratar de salvar el automóvil en medio de una inundación.
A quien se encuentre en el campo, recuerda la conveniencia de alejarse de ríos, torrentes y zonas bajas de laderas y colinas, así como evitar atravesar vados inundados. Igualmente, aconseja dirigirse los puntos más altos de la zona.
No obstante, ante el difícil pronóstico de los fenómenos tormentosos aconseja mantenerse informado en todo momento de la posible evolución de los cambios meteorológicos.