El Rey Felipe VI ha dado el pistoletazo de salida a la exposición 'Alfonso X: El legado de un rey precursor' que acoge el Museo de Santa Cruz de Toledo y que permanecerá abierta al público desde este martes, 15 de marzo, y hasta el próximo 19 de junio, de lunes a domingo, y con entrada gratuita.
El monarca ha sido recibido en la entrada del Museo por el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta; el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page; y la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, y tras posar para los medios de comunicación en el patio interior, donde se han podido resguardar de la lluvia, el rey se ha dirigido a la planta segunda, que acoge la muestra, y que ha recorrido durante más de una hora junto al resto de personalidades del mundo político, cultural y social de la región.
Esta muestra trata de ser un recorrido por el legado de este monarca, nacido en Toledo en 1221, de cuyo nacimiento se conmemoró el año pasado el VIII centenario. La exposición está organizada por el Ayuntamiento de Toledo, con la colaboración del Ministerio de Cultura y Deporte, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Acción Cultural Española y la Diputación de Toledo.
El discurso de la exposición, cuyo comisario es Ricardo Izquierdo Benito, catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Castilla-La Mancha, está organizado en cinco secciones, expuestas en el crucero superior del edificio, que fue uno de los primeros hospitales de la España renacentista y se encuentra a escasos metros de distancia del lugar de nacimiento del monarca.
En declaraciones a los medios, Ricardo Izquierdo ha explicado que la exposición está estructurada en hacer un recorrido por las distintas facetas de este personaje, desde su etapa como infante cuando todavía no era rey, "una etapa que duró 31 años", prácticamente la mitad de su vida, y luego ya los 32 años restantes en los que ya estuvo al frente de los reinos de Castilla y de León.
La sección segunda de la muestra se centra en la figura del rey gobernante, el rey que intenta gobernar "con un poder absoluto" pero que al final "no lo conseguirá porque las fuerzas sociales dominantes en la época se lo impidieron pero él puso todo su empeño".
Izquierdo ha recordado que Alfonso X fue un personaje preocupado por la historia y por el pasado, un rey preocupado por la organización de la administración del reino, con una serie de cargos que se pondrán en funcionamiento en aquella época, un rey preocupado por la economía donde tendrá gran importancia la trashumancia.
La tercera sección está dedicada a esa faceta del rey sabio donde se presenta su preocupación por los estudios, por la difusión del castellano, su devoción mariana y su preocupación por la astronomía.
La cuarta sección mostrará la etapa final de su reinado, que viene marcada por una crisis política, porque al fallecer el heredero, quien le tenía que haber sucedido, don Fernando de la Cerda, el rey consideraba, según lo que había establecido en las partidas, que el sucesor tenia que ser un nieto del rey, pero el hijo segundo Sancho --Sancho IV-- fue el que al final se impuso.
La exposición termina con una serie de imágenes que representan lo que la posteridad se ha imaginado de Alfonso X.
La exposición está formada por casi 180 piezas arqueológicas, documentos, códices, pinturas y maquetas. Entre las más importantes es posible destacar el 'Libro del saber de astrología' de la Biblioteca Histórica Marqués de Valdecilla (Universidad Complutense de Madrid), una de las principales compilaciones científicas realizadas por el scriptorium regio, donde aparecen descritas y reproducidas herramientas como la esfera armilar y los diferentes tipos de astrolabio.
Otra de las piezas más importantes de la exposición es uno de los cuatro volúmenes originales de las Cantigas de Santa María, el denominado 'Códice de Toledo', que se conserva en la Biblioteca Nacional.
La Biblioteca Nacional es la principal institución prestadora de la exposición, junto con la propia colección del Museo de Santa Cruz, el Archivo Histórico Nacional y la Catedral de Toledo. A esta última pertenecen piezas tan espectaculares como la casulla del arzobispo don Sancho.
También es propiedad de la Catedral toledana la 'Corona de los camafeos', pieza hallada entre los restos del ajuar mortuorio del rey Sancho IV, hijo de Alfonso X, cuyo sepulcro se abrió en 1947. Esta pieza posee gran valor histórico, ya que es la única corona de un rey medieval hispano que se conserva.
La exposición ha traído consigo la restauración de varias piezas, entre ellas dos pinturas del Museo del Prado procedentes del Ministerio de Justicia y el Museo de Bellas Artes de Tenerife.
Asimismo, han sido recuperados por la Junta de Castilla-La Mancha, bajo la dirección de Miguel Ángel Bonache, un valioso conjunto de tablas medievales con escenas pictóricas procedentes de la calle Pozo Amargo (de la cual es expone solamente una selección) y el supuesto sátiro de las termas romanas de la plaza de Amador de los Ríos de Toledo.
A estas piezas es necesario añadir una escultura en escayola de Alfonso X realizada por el toledano Eugenio Duque (siglo XIX), prototipo para un monumento irrealizado en la plaza de Santa Ana de Madrid.
Finalmente la alcaldesa de Toledo ha manifestado, en declaraciones a los medios, que en esta exposición se conoce perfectamente "la faceta de un rey transversal, moderno en una época medieval, que ha significado tanto, no solo para la historia de España y para la modernidad, sino también para la ciencia, el saber y el idioma".
Dicho esto, Tolón ha indicado que el Ayuntamiento ya está preparando el octavo centenario de la construcción de la Catedral de Toledo.