OPINIÓN

Poco me parece

ARTÍCULO

Escrito por Juan Pedro Ayuso Cazorla, presidente de Xtalavera

Redacción La Voz del Tajo | Viernes 11 de marzo de 2022

Ya tenemos lío otra vez a costa del feminismo.

Ahora con la dotación económica (excesiva para unos, escasa a mi modo de ver) del III Plan Estratégico para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres 2022-2025.

La maquinaria machista y retrógrada de este sistema en el que vivimos ya se ha puesto en marcha. Primero, personalizando en la Ministra Irene Montero el supuesto “gasto excesivo”. Segundo, volviendo a inundar la opinión pública con sus mantras demagógicos de chiringuitos y despilfarro. Y tercero, como siempre y relacionado con lo anterior, desinformando y no permitiendo entrar al fondo de la cuestión.

Ya cansa.

La campaña de criminalización hacia unas personas por el mero hecho de pertenecer a Unidas Podemos y estar en responsabilidades de Gobierno roza, a mi modo de ver, lo delictivo. Sobre todo, cuando no dejan de utilizar la justicia para denunciarles y en la gran mayoría de los casos les sale mal.

Pero no les importa porque el juicio mediático lo controlan, lo dominan y poca gente se preocupa de que los partidos con más condenados sean esos mismos que esparcen su mierda sobre el resto bajo la premisa del comunismo y del “todos son iguales”.

Pues no, señoros, no todos son iguales. No todos tienen grupos de presión que les apoyan, ni son herederos de los que dictaron las normas en nuestro país durante el franquismo. Quizá por eso los ataques son tan personales.

¿De qué tienen miedo?

Ya os lo digo yo, de perder sus privilegios. Ni más ni menos.

El Gobierno actual, presionado en mayor medida por Unidas Podemos, ha conseguido quintuplicar la dotación económica de un Plan de Igualdad. Un Plan que dobla el presupuesto de Defensa (bien, ya vemos para qué sirven las armas) y que supone menos del 5% del presupuesto no financiero del Estado (también bien, poco me parece).

Así es como se manifiestan las políticas de los que nos gobiernan, dotándolas de dinero en los presupuestos. Otra cosa será controlar cómo se hacen efectivas en la ejecución de los mismos ya que una cosa es decir lo que quiero hacer y otra bien distinta es llevarlo a la práctica (de eso sabemos bastante en CLM con las promesas incumplidas de Page).

Y, en el fondo, está la cuestión del feminismo. Es como si les sentara mal que se destinase dinero a las mujeres.

¿A las mujeres?

Me van a perdonar, pero esto ya roza lo surrealista.

Para empezar, hay más mujeres que hombres en nuestro país, luego, que reciban más dinero al menos proporcionalmente, no debería ser injusto. Después, hay que aclarar por enésima vez, que el feminismo no es sólo para las mujeres. Es para alcanzar la igualdad. La Igualdad. Para todas las personas. Mujeres y hombres.

Pero es que la mayor parte de este presupuesto, más de un 90%, irá destinado a reforzar las estructuras del sistema de cuidados del Estado. Se destinará a escuelas infantiles de 0 a 3 años (eso mismo para lo que la presidenta de la Comunidad de Madrid ha retirado su apoyo), o a aumentar las medidas del Plan Corresponsables para que las mujeres, que son las que en mayor medida se dedican a los cuidados, tengan tiempo para ejercer sus derechos. Esos derechos que el sistema patriarcal y capitalista, valga la redundancia, les niega.

¿En serio que esto nos parece mal?

¿De verdad creemos que destinar dinero público a mejorar el sistema asistencial (educación, sanidad, mayores,…) para que las personas que más tiempo no remunerado dedican a eso, las mujeres, tengan oportunidades de desarrollar sus proyectos vitales, no es una mejora para la sociedad en la que vivimos?

Poco dinero me parece, sinceramente.

Otra cosa, y ya termino, es que dé miedo el cómo se gestionará eso.

Al tratarse de materias transferidas a las CCAA, va a haber muchos pasos intermedios donde el montante se irá diluyendo y pasando de mano en mano para acabar, como en nuestra propia comunidad, en empresas privadas del tercer sector, el de los cuidados, que ya se encargó Page de sacar de la gestión pública.

Aquí sí veo un problema, el descontrol de esos fondos. A lo mejor es ahí donde deberíamos poner el foco de nuestra indignación y no en seguirles el juego a unos privilegiados que únicamente ansían gestionar el dinero público para crear oficinas de español, conceder contratos a dedo a familiares y amigos, o promocionar tradiciones que morirían sin el dinero de todos.

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