Nos cuesta creer que un estratega como Víctor Cea no tuviera estudiado el juego de los santanderinos. Ésa fue, al menos para el cronista, la sensación que percibió tras unos 45 minutos de partido donde el reciente fichaje del Barça, el joven Pablo Torre, fuera capaz de moverse por todo el campo sin que ningún jugador blanquiazul tuviera la obligación de fijar su marca.
Y eso se pagaría caro, porque a cuento de moverse a sus anchas por cualquier parcela del amplio terreno de jugo, buscó el hueco que le dejaron para rematar de cabeza a placer en el minuto 36 el 0-1, tras un excelente servicio de Marcos Camus. Gol y tarjeta por celebrarlo fuera de la cancha y ante la parroquia visitante venida casi en masa a la Ciudad de la Cerámica.
Previo a todo ello, juego poco vistoso, enmarañado —Cea y Guille Fernández Romo debieron entender que esa era la fórmula para sacar la máxima productividad a los suyos— en medio campo, con faltas de unos y de otros, y muchos hombres deslizándose por el césped, no sé si por estar regado en demasía. La verdad es que a los 16 minutos la parroquia local gritó gol de Dani Pichín, anulado por fuera de juego milimétrico a vista del línea andaluz. Eso, y otra buena ocasión de Cedric, serían las casi únicas aproximaciones sobre la cercanía de la línea de gol. Bueno no, hubo otras incidencias para un trencilla catalán con la mano ligera a la hora de mostrar cartulinas: el mencionado Pablo Torre, sus compañeros Soko, Matilla y Mario Camus —por ponerse un sombrero—, más el local Jon Ceberio pudieron apreciarlo. Un minuto de añadido por atender la pierna izquierda de Edu Sousa tras el intento de Pablo Torre por hacer gol olímpico, y a refrescar ideas bajo la ducha.
Los mismos que abandonaron la primera mitad comparecieron tras el receso. Y con solo 4 minutos el “artista ya blaugrana” volvió a asustar a la grada local con un derechazo por mílímetros encima del travesaño. La respuesta del Talavera vendría en un pase —sin referencia alguna en el área de remate— de Toño Clavo al que se anticipó Mikel Parera, ante la presencia de Ceberio para una ocasión de empatar. Entraba el juego en una carrera desbocada —incluidas algunas triquiñuelas por instar al trencilla a que siguiera mostrando amarillas— por pisar el área como fuera, en este primer cuarto de hora de la segunda mitad.
Y cumplido ese periodo, desde el banquillo racinguista se mueve el banco: Arturo Molina por el amonestado Patric Soko. Le respondió Cea con la entrada de Jordi Martín por Toño Calvo ¿buscando qué? Solo él debería saberlo —ni Perales ni Forgas habían entrado en la convocatoria—, porque la grada lo que solicitaba —y esperaba— era un hombre de área. Un pase de Choco volvería a mostrar las necesidades de ello.
Y es que el Talavera tenía una mayor posesión que hasta añtaño. De nuevo, más aire visitante con un doble cambio, al que ni le dio tiempo a asentarse porque Rodrigo Rodrigues volvería a hacer de las suyas como en Madrid el domingo y el viernes anterior ante el Badajoz: zapatazo en forma de “folha seca” y golazo para establecer el 1-1. Había partido por jugar con 20 más el descuento para conocer el resultado final.
Consciente de la situación que se había presentado, el entrenador Fernando Romo siguió moviendo ficha con hombres de vanguardia: Yeray y Álvaro Bustos por Atienza y Camus. Era el minuto 70 y había que apretar a la zaga talaverana, o ese era el objetivo pretendido. Y así sería porque sus jugadores volvieron a hacerse, solo por unos instantes, con el cuero para jugar más tiempo en la parcela blanquiazul. Jordi Martín obligaría a trabajar bien a Parera; Javi Domínguez se dañó al despejar un balón pero siguió en el campo; Choco era amonestado; el cuarto árbitro mostraba que habría 4 de añadido; Yeray pudo situar el 1-2 y Edmilson suplía a un aplaudido Rodrigo Rodrigues en su retirada. A renglón seguido llegaría —a la desesperada— la emoción final con un saque de banda de Góngora, epílogo a la que dispuso Dani Pichín —instantes antes— casi en un mano a mano con el meta cántabro. Y esto se acabó. Mientras, en el Reina Sofía de Salamanca los cachorros sumaban 3 puntos para aumentar distancias. ¿Más madera para tener que seguir remando contra viento y marea?
CF TALAVERA: Edu Sousa, Choco, Góngora, Tomi Bourdal, Javi Domínguez, Vicente Romero, Dani Pichín, Jordi Ortega, Rodrigo Rodrigues, Jon Ceberio y Toño Calvo.
REAL RACING SANTANDER: Mikel Parera, Mantilla, Satrústegui, Pol Moreno, Íñigo, Fausto Tienza (Álvaro Bustos 79’), Cedric (Manu Justo 69’), Pablo Torre (Borja Domínguez 69’), Camus (Yerai 79’), Soko (Arturo Molina 63’) y Medina.
ÁRBITRO: Ávalos Martos con Bondia López (ambos catalanes) y el andaluz Canaza Tur. Tarjeta Ceberio y Choco del Talavera, y a Soko, Mantilla, Pablo Torre, Mario Camus, Íñigo y Fausto Tienza del Racing Santander.
GOLES: 1-0. Minuto 36. Pablo Torre. 1-1. Minuto 70. Rodrigo Rodrigues.
INCIDENCIAS: El Prado con más de 2.500 aficionados y cerca de unos 400 santanderinos. Las oficiales se cifran en 3671 espectadores. Matinal del domingo de la 26ª jornada.
Rayo Majadahonda-CyD Leonesa (1-0).
Extremadura-Celta B (0-2).
Tudelano-Badajoz (1-2).
Deportivo-Racing C. Ferrol (0-0).
SD Logroñés-Sanse (1-0).
Talavera-Racing Santander (1-1).
Unionistas-Bilbao B (0-1).
Real Unión-Calahorra (0-2).
Valladolid Promesas-UD Logroñés (17:00 horas).
Zamora-DUX Internacional (17:00 horas).
Próxima jornada:
UD Logroñés-Unionistas, viernes 11 a las 21:00 horas.
Racing C. Ferrol- Real Unión, sábado 12 a las 17:00 horas.
Celta B-Tudelano, sábado a las 19:00 horas.
UD Sanse-Calahorra, sábado 12 a las 17:00 horas.
Rayo Majadajonda-Extremadura (2-0).
Bilbao B- DUX Internacional, domingo 13 a las 12:00 horas.
Badajoz-Deportivo, domingo 13 a las 12:00 horas.
Valladolid B-CF Talavera, domingo 13 a las 12:00 horas.
Real Racing-Zamora, domingo 17 a las 12:00 horas.
CyD Leonesa-SD Logroñés, domingo 17 a las 12:00 horas.