Desde hace algunos días, el río Guadarrama, afluente del Tajo, está dejando unas imágenes desoladoras. Y es que lo que debería ser el cauce del río se ha convertido en un auténtico vertedero de basura. Plásticos, colchones, electrodomésticos... son algunos de los objetos que se acumulan en el río a la altura de Arroyomolinos (Madrid), a poco más de cuatro kilómetros de la provincia de Toledo.
Arroyomolinos ha multiplicado por diez su población en poco tiempo. Unos cinco kilómetros río arriba, junto a la autovía de Extremadura (A5), hay un asentamiento chabolista en el que desde hace años se producen vertidos en el entorno del río. Del municipio sale un sendero desde el que se puede observar la basura en todo momento. Residuos que, en algunos puntos bloquean por completo el curso natural del río. Una situación que ocurre en un espacio protegido, el Parque Regional del Curso Medio del Río Guadarrama, un área de unos 50 kilómetros.
Aunque el Guadarrama baja estos días escaso de agua –debido a la sequía actual–, el nivel del río cambia por completo con las lluvias y han sido esas crecidas de otoño las que han arrastrado los desechos vertidos en la zona chabolista de Las Sabinas, perteneciente sobre todo a Móstoles.
Esta zona del Parque Regional protegido lleva así ya varios meses, desde octubre, y la solución no llega. La amalgama de administraciones públicas implicadas y el enorme coste económico que acarrea su limpieza dificultan la respuesta a un atentado medioambiental que ahoga al Guadarrama y a su parque natural.
Se trata de un gravísimo atentado medioambiental que afecta también gravemente al resto del río en su recorrido por la provincia de Toledo hasta su desembocadura en el Tajo entre los términos municipales de Toledo capital y Albarreal. En los últimos días el río Tajo a su paso por Toledo ha aparecido lleno de espumas por la contaminación, algo que se une a esta nueva noticia de abandono del río más largo de España.
Los tres ayuntamientos implicados en los vertidos (Móstoles, Arroyomolinos y Navalcarnero) señalan a la Confederación Hidrográfica del Tajo como el organismo competente para la limpieza, pero la CHT les exige que lo hagan ellos. Incluso les ha denunciado por no hacerlo. Los ayuntamientos alegan que no es zona urbana, por lo que la competencia de residuos no es suya, y que al tratarse del cauce del río, corresponde a la CHT.
Al tratarse de un Parque Regional, la Comunidad de Madrid también tiene su papel. Cifra en 4.000 las toneladas de basura recogidas en la zona durante el año pasado, y asegura que ayudará a los ayuntamientos afectados a sufragar el coste de la limpieza, que no pueden asumir por sí mismos.
Pero, mientras tanto, el vertedero sigue taponando el río, es por ello que, Ecologistas en Acción pide, desde hace años, el realojo del poblado chabolista de Las Sabinas, para poder empezar a recuperar el río.
Por su parte, la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) y la Fundación Soliss, han decidido unirse para crear La Cátedra del Tajo. Tratará de impulsar la recuperación integral y la mejora del estado ecológico del río y sus afluentes a través de la investigación científica, la formación y la divulgación.
Las actividades de la nueva cátedra, que tiene una dotación de 40.000 euros anuales, se articulan en colaboración con el Grupo de Investigación del Tajo e incluyen jornadas, becas, acciones de concienciación y la rehabilitación del río a su paso por la Fábrica de Armas.