La exsecretaria general del Partido Popular, María Dolores de Cospedal —presidenta del Gobierno de Castilla-La Mancha entre 2011 y 2015— ha sido entrevistada en CMM, la radiotelevisión pública regional, con motivo del 40 aniversario del Estatuto de Autonomía.
Ha valorado por primera vez en una entrevista el papel de la Comisión de Investigación en el Congreso de los Diputados al respecto del caso Kitchen y su posible implicación en el espionaje a Bárcenas, asegurando que esta herramienta parlamentaria ha sido planteada como una "estrategia" política del PSOE: "Les da mucho juego".
Cospedal, retirada de la primera línea política desde hace algo más de tres años, ejerce como abogada del Estado y ha indicado que "todo el mundo sabe" cuál ha sido siempre su manera de actuar. "Si una persona —el comisario Villarejo— te dice que te va a comentar cosas que pueden ser importantes o interesantes para el país o porque incluso haya una situación anómala en tu partido, tú tienes la obligación de escucharla. No tiene nada de malo", ha aseverado.
En su opinión, se le ha querido implicar en cosas en las que no tenía "nada que ver" solo por el hecho de haber sido secretaria general del PP.
Incluso, asegura, el dictamen de la Comisión de Investigación "estaba hecho mucho antes de las comparecencias".
Por otra parte, la expresidenta de la región ha asegurado que ésta quedó en “una situación mucho mejor de la que yo me encontré”. “Posiblemente me vayan a criticar por decir esto, y yo siempre he recibido muchas críticas, pero los datos están ahí”, ha declarado.
"Me encontré con una deuda de 12.000 millones de euros"
Cospedal ha echado la vista atrás para analizar su etapa al frente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, un mandato que considera que estuvo “absolutamente condicionado por el contexto económico”, recordando que a su llegada al Palacio de Fuensalida —sede de la Presidencia— en junio de 2015, se encontró “una deuda de 12.000 millones de euros, 800.000 facturas sin pagar y un déficit del 6,5%, que de haber seguido por ese camino habría llegado al 12% al finalizar el año”.
También ha añadido que “se ha hablado mucho de los recortes, pero no es que se recortara para ponerlo en una huchita; es que no teníamos dinero para pagar la deuda y el único plan era salvaguardar los servicios públicos”. “Es muy duro y nada atractivo políticamente, pero teníamos que decir la verdad”, ha concluído.
La que fue también secretaria general del PP desde 2008 hasta 2018 y ministra de Defensa en el ejecutivo de Mariano Rajoy ha recordado que el Gobierno de España, ya en la etapa del socialista José Luis Rodríguez Zapatero, había prohibido a Castilla-La Mancha emitir deuda debido a la comprometida situación financiera de la comunidad autónoma, con una deuda de “5.000 millones de euros a los autónomos y PYMES y de 7.000 millones a los bancos”.
"Éramos la región más endeudada y no teníamos la posibilidad de pedir crédito"
Así mismo ha reconocido: “sufrí mucho, éramos la región más endeudada y no teníamos la posibilidad de pedir crédito. Teníamos que tomar muchas decisiones que no eran agradables. Cuando vas a las ciudades y a los pueblos todo el mundo te pide, todo el mundo te pide que hagas, y no puedes decirles que sí porque sabes que no hay dinero”.
Ante las preguntas de los periodistas Ana Isabel Albares y Óscar Castellanos en el plató de la televisión pública castellano-manchega, Cospedal también ha añadido que “la sensación de no poder hacer era constante, fue una situación muy complicada que sobrevoló durante toda la legislatura”.
Pese a que el arduo contexto económico obligó a recortar el presupuesto regional en 1.800 millones de euros en 2016 y a pedir”un esfuerzo” a los funcionarios, la expresidenta de la Junta de Comunidades ha señalado que la sociedad castellano-manchega demostró que “en las épocas muy duras sabe lo que hay que hacer, apretarse el cinturón para salvaguardar lo importante”.
No obstante, tras sólo cuatro años de mandato, María Dolores Cospedal, a pesar de ser la más votada en las elecciones autonómicas de mayo de 2015, perdió la mayoría absoluta y cedió el poder a Emiliano García-Page gracias al pacto del socialista con Podemos.
“Rebajamos el tramo autonómico del IRPF más que ninguna otra comunidad autónoma, pero hubiera seguido rebajando impuestos. Hubiera eliminado esa especie de diferencia que hay con otras comunidades limítrofes que les pueden convertir en más atractivas para vivir o para montar un negocio”, ha contestado a la pregunta: ¿Y qué habría hecho de haber repetido como presidenta?
Respecto a los grandes logros de su etapa al frente del Gobierno de Castilla-La Mancha, Cospedal ha recordado que “se creó empleo”, que se puso en marcha un programa educativo que “permitió bajar un 9% el fracaso” y que el Memorándum del Tajo “duplicó la cantidad de agua garantizada en los pantanos de cabecera, lo que ha definido como un “hito histórico”.
A las preguntas referentes a las sentencia judiciales que han obligado a aumentar el caudal ecológico del río Tajo al considerar insuficiente el reflejado en dicho Memorándum, Cospedal ha defendido que, aunque hoy “tendría que mirar” si firmaría el texto tal cual, el documento fue muy positivo al haber sido firmado por “muchas comunidades autónomas” con la intención de que el agua “no fuese un tema de disputa cada vez que llega un momento electoral”.
Ha finalizado este asunto diciendo que “los ríos son de todos los españoles, solo faltaría que el agua que sobra —que es excedentaria— no se pudiera compartir”.
“Ellos tienen que seguir su propio camino, ellos tienen que tomar sus decisiones y ellos tienen que ganarse el reconocimiento de la militancia y también de los votantes. Eso es algo muy difícil de hacer y yo creo que son dos hombres jóvenes a los que se les dio esa oportunidad”, ha expresado Cospedal sobre el liderazgo de Casado y Paco Núñez.
No obstante, "Cospedal no tiene quien la tuitee... en el PP de su región", ya que tanto cuenta oficiales como destacados dirigentes políticos afines han guardado hoy silencio absoluto en redes sociales con esta entrevista que la expresidenta de Castilla-La Mancha ha realizado en CMMedia.
Por otra parte, María Dolores de Cospedal ha asegurado no entender que se "vea bien" que el PSOE gobierne "con Podemos o con Bildu" y que al mismo tiempo "se demonice a un partido político como Vox".
"Si se tiene que gobernar con Vox, pues se gobernará con Vox", ha señalado, añadiendo que "Vox es un partido tan democrático como otro cualquiera" que además "no tiene que pedir perdón por pensar como piensa".
Así, recuerda que también hay en el panorama nacional otros partidos, por ejemplo, "filoterroristas o separatistas" y que del mismo modo forman parte del tablero.
En esta línea, asegura que entiende que los votantes del PP aceptarían un acuerdo con Vox para gobernar tanto a nivel nacional como regional. "Incluso podría ser más sencillo que los militantes del PSOE hayan visto bien un acuerdo con Bildu, ERC o con los comunistas".