La crisis generada en el Partido Popular de la provincia de Toledo tras el intento de “autonombramiento” de Carlos Velázquez como presidente del grupo en la Diputación de Toledo sigue muy viva y no parece que esté próxima a finalizar. Y el hecho de que el presidente del PP de Castilla-La Mancha, Paco Núñez, no se pronuncie, y siga “oculto” respecto a este tema, no ayuda a rebajar la tensión en las filas ‘populares’.
Y es que siete diputados, de los diez que tiene el partido en la Diputación de Toledo, no están dispuestos a ceder a la presión.
Desde el equipo de Velázquez y parte de la Ejecutiva provincial, con el exvicepresidente de la Diputación y exalcalde de Talavera Jaime Ramos entre ellos, -así como se da por hecho que parte de la regional- han estado (en los útlimos días) llamando y solicitando a los siete diputados provinciales que no están de acuerdo con el “pucherazo” que recapaciten, pero estos se mantienen firmes y entienden que Velázquez se quiere autoproclamar presidente del grupo “contraviniendo la Ley” desbancando a Manuel Fernández, alcalde de Gálvez.
Los actuales integrantes del Grupo Popular en la Diputación toledana, los resistentes, recuerdan que el mismo tiene que cumplir la Ley 7/1985, de 2 de abril, Reguladora de las Bases del Régimen Local, y no regirse por los Estatutos del Partido. Y aquí está ‘el quid de la cuestión’. Según la Ley, “los grupos políticos se constituirán mediante escrito dirigido al Presidente y suscrito por todos sus integrantes”, es decir, la mayoría de los diputados que integran el grupo de los populares son los que deciden quién ocupa este cargo. -BOE-.
Pero desde el bando de Carlos Velázquez avalan su nombramiento amparándose en los estatutos nacionales del PP. José Manuel Velasco, vicesecretario general, informó el pasado lunes (cuando el Comité Ejecutivo Provincial decidió que Carlos Velázquez asumiera la presidencia del grupo), que los estatutos nacionales del PP establecen que "siempre que el presidente provincial se incorpore a un grupo institucional será quien lo presida".
Pero esta circunstancia choca con la realidad y es que en el resto de la región no se da esta circunstancia. De hecho, en Cuenca Cayetano Solana ocupa el cargo de presidente del grupo, Clara Plaza es la portavoz mientras que Benjamín Prieto es el presidente provincial del PP. En Ciudad Real, más de lo mismo, Miguel Angel Valerde es el presidente de los populares en la provincia y Leopoldo Jerónimo Sierra preside el grupo del partido en la Diputación y Adrián Fernández es el portavoz en la institución provincial. En Albacete y Guadalajara se da idéntico caso. En la provincia albaceteña Manuel Serrano (presidente del PP provincial), Fermín Gómez (presidente del Grupo Popular en la Diputación) y Antonio Martínez (portavoz). Por parte alcarreña, Lucas Castillo es el presidente de los populares de la provincia, Lorenzo Robisco ocupa la presidencia del Grupo Popular en la Diputación y Alfonso Esteban es el portavoz de los populares en la institución provincial.
Nada ha cambiado en ninguna de estas provincias al contrario que ha ocurrido en Toledo, donde Carlos Velázquez ha entrado como ‘elefante en cacharrería’ en la Diputación de Toledo ya que, no contento con ser nombrado portavoz por sus compañeros, también quiere ser el presidente de grupo en contra de la voluntad de la mayoría de los diputados del PP.
La pregunta es: ¿dicho nombramiento debe regirse por lo estipulado en el Reglamento de Funcionamiento y Organización de las Entidades Locales Ley, o por el estatuto de un partido político?
La decisión está ahora en manos de Paco Núñez, que es el quien debe ratificar el nombramiento de los presidentes y portavoces de las diputaciones provinciales.
“¿Por qué se esconde Núñez? Para encontrar a Núñez hay que recurrir a ¿Dónde está Wally? ¿Dónde está Núñez? ¿Qué miedo tiene?”, ha dicho el presidente del grupo socialista en las Cortes de Castilla-La Mancha, Fernando Mora, en relación a la polémica en el PP provincial de Toledo.
“Hemos visto estos días cómo el PP de Toledo tiene realmente un verdadero carvajal al que no es capaz de poner orden”, ha subrayado.
A este respecto, ha planteado que “si no es capaz de poner orden en su propia casa, cómo va a salir a decir a los ciudadanos de Castilla-La Mancha lo que va a hacer” porque “el problema de Núñez es que, más allá de la retórica de los planes, no tiene ninguna propuesta para Castilla-La Mancha”.