El Ministerio de Justicia ha separado los Juzgados de Primera Instancia e Instrucción del partido judicial de Toledo a propuesta del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) por medio de un Real Decreto con el objetivo de lograr una mayor eficacia en la tramitación y resolución de asuntos tanto en el ámbito civil como en el penal.
Esta separación se ha hecho efectiva a día 1 de enero y, según la nota facilitada por el departamento dirigido por Pilar Llop, "favorece la especialización y mejora el cumplimiento de los principios de contradicción e inmediación en el ejercicio de la función jurisdiccional".
Asimismo, posibilita la unificación de criterios, concentrando áreas de conocimiento con el objeto de preservar la seguridad jurídica y alcanzar las máximas cotas de eficacia y acierto en el ejercicio de las funciones jurisdiccionales.
Según señalan, esta modificación impactará de manera "muy positiva" en la lucha contra la violencia de género porque la separación de juzgados posibilitará que se puedan adoptar con mayor facilidad las medidas jurídicas para garantizar un tratamiento adecuado y eficaz de la situación jurídica, familiar y social de las víctimas de violencia sobre la mujer en las relaciones intrafamiliares, favoreciéndose así la especialización propugnada por la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género.
A partir de este año, los ocho Juzgados de Primera Instancia e Instrucción del partido judicial de Toledo, quedan divididos en cinco Juzgados de Primera Instancia y tres Juzgados de Instrucción.
La nota de prensa de Justicia abunda en que este real decreto se dicta al amparo de lo dispuesto en el artículo 149.1 de la Constitución que atribuye al Estado la competencia exclusiva en materia de Administración de Justicia y no implica la derogación de normativa alguna anterior.