Redacción La Voz del Tajo | Miércoles 23 de abril de 2014
La madre una de las fallecidas en la trágica fiesta de Halloween, la de Cristina Arce, tenía una relación muy estrecha con el municipio de Alberche, donde tienen familiares y amigos
La consternación por la muerte de las cinco jóvenes, que perdieron la vida a causa de la avalancha que se provocó en la noche de Halloween en la fiesta 'Thiller Music Park' en el Madrid Arena, también ha llegado a nuestra comarca. La madre de Cristina Arce de la Fuente, una de las fallecidas en la madrugada del Día de Todos los Santos, mantiene una estrecha relación con la localidad de Alberche. María Isabel de la Fuente Morales tiene allí familiares y amigos de toda la vida. La abuela materna de la joven de 18 años también tiene una gran historia en nuestra comarca. Aunque nació en San Román de los Montes se trasladó a Alberche donde ejerció varios años como cartera. Actualmente reside en la Comunidad de Madrid. El sentimiento de tristeza en Alberche se materializó en la celebración de una misa hace quince días. Además, la familia Arce de la Fuente tiene importantes vínculos familiares con Talavera de la Reina.
Según ha podido saber La Voz del Tajo, la familia de Cristina está destrozada tras el fatal desenlace, más aún cuando el pasado jueves fallecía la quinta joven, María Teresa Alonso, que permanecía ingresada en la Fundación Jiménez Díaz. La misma madrugada que murió Cristina, también perdieron la vida Rocío Oña y Katia Esteban, mientras que días después lo hacía Belén Langdon, pese a los intentos de los médicos por salvar su vida. Los padres de las cinco chicas se unirán para luchar en un frente común, y con todos los medios legales a su alcance, para aclarar todo el suceso y depurar las posibles responsabilidades, aunque de momento no van a dar ninguna declaración. Cristina estudiaba 2º de Bachillerato en el Instituto Alameda de Osuna, en el distrito de Barajas, en la rama de Ciencias. Era amiga íntima de Rocío, otra de las fallecidas.
Según los partes médicos las cinco víctimas mortales sufrieron traumatismo torácico por aplastamiento, lo que les provocó paradas cardio-respiratorias y daños cerebrales irreversibles. Entre las irregularidades del evento se recoge que se triplicó el aforo permitido, con 16.791 entradas y un número importante de personas que se 'colaron', además de que el Samur no fue avisado para presenciar esta convocatoria masiva.
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