Castilla-La Mancha ha cerrado el mes de septiembre con un superávit de 307 millones de euros, que supone el 0,74 por ciento del PIB. En el mismo periodo del año pasado, la región registró un saldo positivo de 76 millones, que era el 0,20 por ciento del PIB.
La región se mantiene además como la Comunidad Autónoma que mayor esfuerzo económico realiza, en relación con su renta, para combatir la Covid-19, según los últimos datos oficiales publicados ayer por el Ministerio de Hacienda. 291 millones corresponden hasta septiembre a gasto socio-sanitario derivado de la covid-19, que significa el 0,70 por ciento del PIB.
Este porcentaje está muy por encima del que, de media, destina el conjunto de las regiones, que en el mes de septiembre se situó en el 0,43 por ciento.
Todas las autonomías terminaron el periodo en superávit, salvo Murcia, que redujo su déficit a 42 millones (0,13 % de su PIB).
Cabe destacar que Castilla-La Mancha ha sido la región que más fondos procedentes de la Política de Cohesión Europea ha reprogramado para reforzar su sistema sanitario durante la pandemia, con 308 millones de euros.
El Ministerio ha avanzado asimismo el déficit del Estado hasta octubre, que se situó en 54.191 millones, equivalentes al 4,48 % del PIB, lo que supone un descenso del 7,3 % respecto al mismo periodo del año anterior, con lo que se continúa con la senda a la baja iniciada en abril como consecuencia de la reactivación económica.
Este resultado se debe a un significativo incremento de los ingresos no financieros del 19% (177.021 millones), frente a un menor crecimiento de los gastos del 11,6 % (231.212 millones).
Hacienda recuerda que tanto en 2020 como en 2021 los datos se ven afectados por la reversión al Estado de algunos tramos de autopistas de peaje al terminar el periodo de concesión, cuyo mantenimiento posterior lo asume el Estado.
Esta circunstancia no ha tenido incidencia en el déficit, aunque sí ha afectado al gasto y al ingreso por el mismo importe de 1.745 millones en 2020 y 985 millones en 2021.
La recaudación impositiva del Estado entre enero y octubre creció el 20,9 %, hasta 149.142 millones, con un incremento del 17,3 % de los ingresos procedentes del IVA, del 28,2 % para el IRPF, del 30,1 % para el impuesto de sociedades y del 32,6 % para el impuesto sobre primas de seguro (elevado en los presupuestos de 2021).
El segundo pago fraccionado del impuesto de sociedades alcanzó 12.693 millones, lo que supone un incremento del 69,6% respecto al de 2020.
La recaudación por impuestos sobre el capital creció el 135,9%, mientras que los ingresos por cotizaciones sociales descendieron un 1,5 %.
Por el lado del gasto, la partida de mayor volumen fueron las transferencias entre administraciones públicas, que alcanzaron 149.623 millones, un 13,4 % más que en el mismo periodo de 2020.
Dentro de esa partida, destacan las transferencias corrientes a las comunidades autónomas, que se han incrementado un 15,4 %, hasta 92.583 millones, por el mayor volumen de recursos destinados a hacer frente a la pandemia.
La remuneración de asalariados creció un 4,5%, hasta 15.876 millones, al incorporar la subida salarial para este ejercicio del 0,9 % frente a al 2 % de 2020.
Los consumos intermedios ascendieron a 4.812 millones, un 29,5 % más debido a la adquisición de vacunas por importe de 1.142 millones, sin correspondencia en 2020, según la fuente.