El 20 de noviembre se celebra el Día Mundial de la Infancia, una fecha que tiene como objetivo dar visibilidad al valor del bienestar de todos los niños y niñas del mundo. Su salud es, sin duda, uno de los principales aspectos que directamente repercuten en su bienestar.
La infancia es la etapa en la que se construyen progresivamente las defensas inmunológicas del organismo. Por ello, un niño se pone más veces enfermo que una persona adulta.
Según la Dra. Isabel Reig Rincón de Arellano, pediatra y miembro de Doctoralia: “El factor más determinante es si el niño ha iniciado la escuela infantil, ya que están en contacto con otras personas y objetos, y por lo tanto, más expuestos a gérmenes, virus y bacterias. Además, el sistema inmunológico está mucho más inmaduro en los niños más pequeños”.
La Dra. Reig comenta que durante los meses de invierno los motivos de consulta más frecuentes en los niños se centran en “fiebre, mocos, tos, bronquiolitis, neumonías, gastroenteritis agudas, faringitis, amigdalitis y otitis medias, entre otras patologías”.
Asimismo, la especialista afirma que “en los meses de verano, los problemas de salud cambian y comenzamos a ver menos infecciones respiratorias y los motivos de consulta suelen ser gastroenteritis agudas, otitis externas, quemaduras solares y picaduras de insectos”.
“Es fundamental aprender a valorar el estado general del niño, es decir, si el niño está con fiebre, pero está contento y activo, será buena señal, aunque tenga fiebre. Sin embargo, si aparecen signos de empeoramiento como petequias, decaimiento, irritabilidad, llanto excesivo, dificultad respiratoria, convulsión, pérdida de conocimiento, vómitos y/o diarrea persistentes o fiebre en menores de 3 meses habrá que consultar de manera urgente con un especialista”, indica la Dra. Isabel Reig.