Faltan muy pocos días para que comience una fecha clave en el calendario de todo comprador inteligente: el Black Friday.
Esta tradición estadounidense, cada vez está más arraigada en nuestro país, impulsa el consumo, y cada vez somos más los que estamos deseando que llegue el último viernes de noviembre para adquirir con descuento esa prenda que tenemos fichada desde el inicio de la temporada, los regalos de Navidad para nuestros seres queridos al mejor precio o un capricho para el que llevamos ahorrando varios meses y que, por lo general, no suele rebajarse.
Sin embargo, y como toda cara tiene una cruz, en ocasiones 'se nos va la mano' y, en nuestro ansia consumista, compramos más de lo que realmente necesitamos. De la mano de la psicóloga de Emotium, Alba Fernández Zamora, os damos las claves para adquirir lo que nos hace falta (y algún capricho) pero sin perder la cabeza para no acumular cosas que no necesitamos.
Como la experta explica “el cerebro entiende el Black Friday como un momento ideal para activar el sistema de recompensa y asociar la compra con una sensación de placer”, pero debemos ser conscientes de que "las compras generan emociones positivas de corta duración", por lo que no debemos basar en ellas nuestra felicidad porque realmente no suplen ninguna necesidad real. ¿Qué queremos decir con ello? Pues ni más ni menos que compremos con cabeza y no nos dejemos llevar por la euforia del consumismo.
Haz una lista previa de necesidades, evitando así que los descuentos o la publicidad influyan en nuestra compra y acabemos gastando grandes sumas en cosas que realmente no necesitamos.
Compara precios y piensa si es el mejor momento de llevar a cabo la compra o si podría esperar. Y ten fuerza de voluntad y cíñete a tu lista, no caigas en el "voy a echar un ojo por si acaso a ver qué veo". ¡Acabaras cayendo en gastos innecesarios y adquiriendo cosas que realmente ni querías!
Planifica cuánto dinero total quieres gastar e intenta no superarlo.
Evita compras de última hora tentado por los descuentos.