Desde un simple correo a un mensaje SMS puede contener esta herramienta tan conocida entre los hackers, el ''phishing'', una manera muy rápida para estos usuarios maliciosos con los que roban contraseñas, datos personales, cuentas, hasta el dinero bancario puede acabar en las manos equivocadas. Tan solo es necesario pinchar un simple enlace que, a simple vista, no tiene nada de raro, pero que puede bloquear un teléfono inteligente en pocos segundos.
La pandemia ha dejado nuevos métodos de acceso, ya sea para ver el menú de un restaurante como para mostrar los datos personales en un aeropuerto; el QR está a la orden del día en prácticamente todo el mundo. Y esto no ha pasado desapercibido para los piratas digitales, han sabido actualizar sus métodos hasta dar con el nuevo y reconocido método 'QRishing'.
Leer un QR con el teléfono es el equivalente a pulsar un enlace cualquiera, debido a que más del 85% de las personas acaban buscando el URL asociado al mismo. ''Este porcentaje podría llegar a casi el 100%, ya
que la tendencia del usuario cada vez mayor es la de no plantearse que haya algo malicioso detrás de un algoritmo encriptado'', aseguraban los estudios de la Carnegie Mellon University.
Estos QR maliciosos no solo sirven para el robo de datos, sino que sirven hasta para suplantar identidades, recrearlas de forma casi identica, como ha pasado ya con muchos pasaportes.
SICPA es una de esas tantas compañías que trabajan con gobiernos autonómicos para frenar este auge negativo para la sociedad tecnológica; una de sus creaciones es la plataforma Certus con la que se aseguran de cada certificado.
De esta manera se crea una marca de código QR que es imposible de manipular o falsificar con la que velas por la seguridad de los ciudadanos.