El pasado 2011 se celebraron más de 1.500 festejos taurinos populares en nuestra región
Redacción La Voz del Tajo | Miércoles 23 de abril de 2014
El Gobierno de Castilla-La Mancha regulará los festejos taurinos populares en nuestra comunidad autónoma, salvaguardando la seguridad de las personas y los bienes que puedan verse afectados en la celebración, garantizando la protección de los animales que en ellos intervienen y respetando las tradiciones locales. Así lo ha señalado Leandro Esteban en rueda de prensa, en la que ha informado de la puesta en conocimiento del Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha del decreto por el se aprueba el Reglamento de los Festejos Taurinos Populares que se celebran en nuestra comunidad autónoma, adaptando una norma que, en su juicio, “esta obsoleta”.
El portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha ha explicado que con esta nueva norma se simplificará el procedimiento de adjudicación de los festejos taurinos populares, convirtiéndose en procedimiento electrónico, por lo que beneficiará de forma directa a los propios organizadores que, en la mayoría de los casos son los ayuntamientos. Así, el consejero de Presidencia y Administraciones Públicas ha indicado que con esta norma dejará de emplearse la antigua denominación de espectáculos taurinos populares -que legalmente es inadecuada- y se racionaliza su estructura.
Además, se implanta la Administración Electrónica del procedimiento de autorización y se crea el Registro de Festejos Taurinos Tradicionales como herramienta que sirve para la simplificación de los procedimientos de autorización. También se establecen las necesidades mínimas para atención a las personas que pudiesen resultar accidentadas, al tiempo que se ofrecerá seguridad jurídica a los organizadores de e4stos eventos.
Leandro Esteban ha recordado que el pasado 2011 se celebraron más de 1.516 festejos taurinos populares en nuestra región. Por ello, ha subrayado Esteban, con esta norma se fijarán unas reglas claras de funcionamiento, una garantía a los participantes, unas normas a las que atenerse a los organizadores, al tiempo que se establecerán unos requisitos mínimos de seguridad.
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