El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, defendió este miércoles en Bruselas la necesidad de una figura de protección europea a las indicaciones geográficas industriales y artesanales que evite el “caos” en el libre comercio que puede darse ante la falta de una “mínima” seguridad.
“Hay que distinguir lo auténtico de lo falso”, enfatizó el presidente autonómico durante el debate.
García-Page hizo entrega en Bruselas de una declaración conjunta de las comunidades autónomas y ciudades españolas (impulsado por Castilla-La Mancha) sobre la protección de las indicaciones geográficas industriales y artesanales al presidente del Comité europeo de las Regiones, Apostolos Tzitzikostas.
García-Page entregó el documento de tres páginas a Tzitzikostas en el edificio Carlomagno de la Comisión Europea, aprovechando su presencia en la Semana de las Regiones y las Ciudades y su participación en el plenario del Comité de las Regiones.
Con este documento, las comunidades autónomas quieren evitar el “caos” en el libre comercio y proteger los empleos del sector.
Asimismo, el presidente castellanomanchego enumeró los sectores afectado en la región y que requieren de esta protección como la cuchillería de Albacete y Santa Cruz de Mudela; la cerámica de Talavera y Puente del Arzobispo; la espada y el damasquinado toledano; los encajes de Almagro; el mimbre de Cuenca, en Priego; o el oficio de Lagartera.
“En Castilla-La Mancha, el método y la tradición artesana e industrial que hay detrás requiere protección, porque son miles de empleos y de familias en España y en toda la Unión Europea”, dijo García-Page.