Rubén Díaz Gil y Manuela Rubio es un matrimonio joven emprendedor del municipio de El Real de San Vicente, La Voz del Tajo ha podido conversar con ellos para que nos cuenten su experiencia de negocio en una zona de despoblación con ésta.
Ambos son del pueblo, gracias al cual se conocieron, y estuvieron viviendo poco menos de un año en este municipio de la comarca de Talavera. En el 2015 se marcharon a Japón, donde estuvieron viviendo durante tres años, hasta que en el 2018 decidieron volver y quedarse a vivir.
Rubén Díaz se dedica al vídeo y la fotografía, la mayor parte de su trabajo la dedica a bodas, pero también ha realizado otro tipo de trabajos, por ejemplo, haciendo vídeos para el Ayuntamiento de El Real de San Vicente que ayudasen a fomentar el turismo del municipio. Manuela Rubio, por su parte, es arquitecto técnico y lleva un negocio de decoración con plantas llamado ‘Plantar Arte’ junto a una socia que conoció en la carrera y también vive en el pueblo.
"Te encuentras muy arropada por gente de aquí"
Ambos coinciden en que uno de los pros de emprender un negocio en un pueblo pequeño es la gente, el boca a boca, ya que te conoce todo el mundo. “Te van conociendo enseguida y te encuentras muy arropada por gente de aquí, sobre todo en fechas muy señaladas como navidades, el día de la madre… Todo el mundo que nos conocía quería comprarnos a nosotras los regalos y eso nos ayudó mucho a seguir adelante y crecer un poco como empresa”, señala Manuela.
"Aquí es más fácil hacerte un hueco"
“Lo bueno que tiene vivir en una zona rural es que es más fácil que la gente te conozca, es más accesible. Yo cuando vivía en Madrid, también trabajaba de fotógrafo y si que es verdad que hay más trabajo, pero al final que la gente te conozca es más difícil. Aquí es más fácil hacerte un hueco”, apunta Rubén.
Para Manuela Rubio, una de las facilidades que ha notado a la hora de emprender el negocio ha sido internet, resaltando que desde que dieron el salto a la web los beneficios de la empresa han incrementado bastante.
"Ahora mismo internet ofrece muchas oportunidades y yo creo que éstas son infinitas"
“En las zonas más despobladas o emprendes o terminas trabajando en la agricultura o en la hostelería, o montas una casa rural. Oportunidades hay muchas, todas las que a ti se te puedan ocurrir, yo creo que el futuro para la gente joven que quiere vivir en un pueblo pequeño es emprender y poder hacer lo que a cada uno le guste, ahora mismo internet ofrece muchas oportunidades y yo creo que éstas son infinitas”, ha concluído.
No todo tiene que ser el negocio, ya que además de la cercanía con los clientes, Rubén nos cuenta que una de las mejores cosas de estar en una zona de despoblación es “ la tranquilidad y el confort que tiene vivir en un sitio pequeño”.
"Al final vivir en una zona rural te permite tener acceso a un tipo de vivienda que a lo mejor en una gran ciudad no lo tienes"
Desde su punto de vista cree que, a pesar de todo, el confinamiento ha favorecido a la repoblación de las zonas más despobladas. Ellos lo han vivido en El Real de San Vicente y cuentan que “no ha tenido nada que ver que el que lo haya hecho en el centro de Madrid o Barcelona. Nosotros dentro de lo que hemos vivido hemos estado mucho más tranquilos, al final vivir en una zona rural te permite tener acceso a un tipo de vivienda que a lo mejor en una gran ciudad no lo tienes”, ha explicado.
El Real de San Vicente tiene 919 habitantes censados en 2021; según los datos publicados por el INE, 3 habitantes menos que en el año 2019. A pesar de esto, Rubén considera que el confinamiento ha hecho que mucha gente haya querido intentar buscar sitio en pueblos como este, “en nuestro caso por ejemplo gente joven de hasta 40/45 años cada vez hay más así como gente con niños pequeños y eso quiere decir que el pueblo está creciendo y que irá creciendo continuamente”.
Gráfrico: foro-ciudad
La Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha ha apostado fuertemente por lucgar contra la despoblación. Su principal arma: una ley pionera a nivel nacional.
Una norma que fue aprobada por unanimidad en las Cortes regionales y que, como novedad más destacada, introduce la política fiscal con desgravaciones de hasta el 25 por ciento del tramo autonómico del IRPF para las personas que tengan estancia efectiva en estos territorios.
Del mismo modo, la Ley contempla desgravaciones de hasta el 15 por ciento para la adquisición o rehabilitación de una vivienda en zonas despobladas; un 40 por ciento adicional de ayudas de la Administración regional a empresas; un contrato programa de formación a jóvenes quien quieran hacer estudios superiores y cuyas familias sigan viviendo en el medio rural; el impulso del servicio de ayuda a domicilio y la teleasistencia; o el transporte sensible a la demanda, entre otros puntos.
Asimismo, la Estrategia Contra la Despoblación garantiza la igualdad de derechos y oportunidades de las personas que viven en zonas rurales afectadas por la despoblación.