El Juzgado de lo Penal número dos de Albacete tiene previsto juzgar este lunes, 20 de septiembre, a J.J.R., acusado de maltratar psicológicamente a su expareja, a la que imponía normas y restricciones, no dejándola salir a la calle sin su compañía.
En el escrito de acusación se señala que los hechos comenzaron en diciembre de 2018, cuando el acusado, J.J.R., y la denunciante, A., iniciaron una relación sentimental, en la que el procesado daba órdenes a A. sobre qué tenía que comer, vestir o hacer, prohibiéndole ir a bares, tener redes sociales y hablar con otros hombres.
Asimismo, J.J.R. no dejaba que A. bajara a la piscina con sus hijas ni que fuera de compras con su hermano, para evitar, según la acusación, que la miraran los hombres o que pensaran que era pareja de su hermano. Igualmente, A. tenía que avisar al acusado en todo momento de cuando entraba y salía de su puesto de trabajo, teniendo que llamarle durante el trayecto de vuelta a casa. A este control se suman los insultos que J.J.R. le profería.
Además, en una ocasión, durante una discusión, el procesado quemó con un mechero las esquinas de la colcha del sofá y, aprovechando que A. corrió a apagarlo, continuó quemando el mantel de la cocina. Tras lo sucedido, la denunciante se encerró en su habitación, momento en que J.J.R. arrancó el pomo de la puerta, dejándola encerrada, y comenzó a prender servilletas de papel frente a la puerta.
Finalmente, A. consiguió salir de la habitación y sofocar los fuegos, que causaron unos daños en la tarima valorados en 453,5 euros.
Otro de los episodios tuvo lugar el 7 de diciembre de 2018, cuando, tras una pelea, J.J.R. rajó con unas tijeras el abrigo de A., quien se interpuso en su camino para evitar que continuara cortando más prendas de ropa. Fue entonces cuando el acusado lanzó a A. contra el suelo y clavó las tijeras en la pantalla de su móvil, agrediendo la denunciante al procesado, que, de nuevo, la lanzó contra la cama.
Como consecuencia de la agresión, A. padeció lesiones consistentes en un hematoma en el brazo y la rodilla y una erosión en el antebrazo.
Unos hechos que la Fiscalía considera que son constitutivos de un delito de coacciones en el ámbito familiar por el que piden un año de prisión, tres años de privación al derecho y porte de armas y la prohibición de aproximarse a A. a menos de 500 metros durante dos años.
Asimismo, el Ministerio Fiscal solicita la pena de un año y ocho meses de prisión y la prohibición de acercarse a A. a menos de 500 metros durante dos años por el delito de daños.
Por el delito de lesiones, la Fiscalía pide un año de prisión, la prohibición al derecho de tenencia de armas durante dos años y medio y de acercarse a la denunciante a menos de 500 metros durante otros dos años más.
Por último, solicitan tres meses de multa de cuota diaria de 12 euros por el delito leve de daños y 25 días de localización permanente, así como la prohibición de acercarse a A. a menos de 500 metros durante seis meses por el delito leve de injurias o vejaciones injustas.