El presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, ha advertido de que si el Gobierno central no ofrece una respuesta "lo antes posible" con respecto a la situación del Mar Menor tratará de que su administración pueda pasar a tomar las decisiones con competencias sobre la cuenca hidrográfica.
Así lo ha informado el presidente murciano a los periodistas antes de un almuerzo de trabajo en Torrevieja junto al secretario general del PP, Teodoro García Egea, y al líder del PPCV y de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón.
Durante el encuentro han señalado que las dos CCAA son las regiones "peor financiadas y peor tratadas" por el Gobierno de Pedro Sánchez, al que ha acusado de no dedicar "ni un solo minuto" a los temas que preocupan a los ciudadanos valencianos y murcianos. En esta línea, ha criticado que el Ejecutivo central ha querido "alterar las reglas del trasvase que todos nos dimos y que estaban funcionando; no se quiere abordar la reforma financiación y que sean tratados igual que otros españoles y las infraestructuras brillan por su ausencia".
López Miras ha insistido en que "no hay tiempo que perder" y ha recordado que, "si no hay una respuesta lo antes posible" por parte del Gobierno central, ayer su Ejecutivo ya inició "un procedimiento para que si ellos no lo van a hacer", poder tomar desde la región "las decisiones y tener las competencias sobre la cuenca hidrográfica".
De esa reunión, que ha calificado de "cordial", López Miras ha comentado que Ribera "no trajo ninguna medida ni solución", pese a que la protección del Mar Menor es una "cuestión de Estado" por tratarse de un ecosistema único no solo en España sino en Europa.
El Colegio de Geógrafos de la Región de Murcia también ha participado de este debate, publicando un comunicado, difundido este viernes donde solicita «medidas valientes» a los partidos políticos para «solucionar o minimizar el problema» de la laguna. Esta problemática la asocian, fundamentalmente, a la multiplicación del terreno destinado al regadío en las comarcas del Campo de Cartagena y el Mar Menor, que ha experimentado un crecimiento de más del 31% desde 1990, según los cálculos del colegio, que estima que más de 10.000 hectáreas se han convertido a la agricultura intensiva en la zona, al pasar de 32.400 a 42.580 en ese periodo. También señala a la «ocupación desordenada» del litoral por el auge del desarrollo urbano.
Para el órgano colegial, esas son las dos causas principales que provocan las aportaciones de agua contaminada a la laguna, que proceden de una combinación «de aguas superficiales, aguas subterráneas y del Mar Mediterráneo». Por una parte, la alta carga de nitratos de los acuíferos, que «desembocan directamente en el mar o indirectamente en las ramblas que vierten en él», y las escorrentías que las lluvias torrenciales en la zona, que los arrastran junto a los sedimentos.
El Colegio señala que, «tras años de políticas y proyectos nefastos e ineficaces», espera «que a partir de este momento se produzca un punto de inflexión donde se empiecen a tomar medidas efectivas que tiendan a revertir la situación crítica en la que se encuentra este espacio natural», recordando que tienden la mano a las distintas administraciones competentes para aportar su visión y soluciones apoyadas en la ciencia al problema del Mar Menor, donde «interfieren diversos factores que deben ser tratados de manera integral dentro de un ecosistema muy complejo».