El domingo 20 de agosto de 2020 fue un fatídico día para los vecinos de Talavera de la Reina. Eran pasadas las seis de la mañana cuando la banda terrorista ETA asesinaba a sangre fría en Sallent de Gállego (Huesca) a los guardias civiles José Ángel de Jesús Encinas y su compañera Irene Fernández Perera. Han pasado 21 años de aquello, pero el dolor aún no se ha ido de la Ciudad de la Cerámica, que cada 20 de agosto recuerda aquella tragedia.
El talaverano José Ángel de Jesús apenas tenía 22 años cuando le fue arrebatada su vida. Era su primer día de trabajo tras las vacaciones de verano que acababa de disfrutar, tras una llamada en el cuartel de Sallent de Gállego para acudir a un servicio en las fiestas de una localidad vecina, se apresuró a coger el coche junto a su compañera Irene.
ETA colocó en su vehículo una bomba-lapa que se activó en cuanto Fernández se montó y arrancó el motor. El artefacto provisto de un temporizador, un dispositivo antimovimiento y tres kilos de dinamita; hizo que el la agente Fernández Perera saliera despedida 10 metros del lugar de explosión y muriera en el acto; mientras que José Ángel – que no había llegado a montarse aún – falleció cuando era trasladado en ambulancia hasta el Hospital Provincial San Jorge, de Huesca.
Los terroristas José Ignacio Guridi Lasa, Aitor Aguirrebarrena Beldarrain y Asier Arzalluz Goñi fueron condenados como autores materiales del crimen y Javier García Gaztelu, alias Txapote, como inductor.
La ciudad de Talavera quedó consternada ante tal triste noticia y más de cinco mil personas acudieron a la despedida de José Ángel. El talaverano era hijo de guardia civil y llevaba meses en la localidad de Sallent de Gállego, después pretendía ingresar en el Servicio de Montaña. Antes de llegar a la localidad de los Pirineos de Aragón, estuvo destinado en Hinojosa de San Vicente (Toledo), donde fue nombrado hijo adoptivo pocas semanas después de su asesinato. En 2005, la 'Ciudad de la Cerámica' inauguró el Complejo Deportivo José Ángel de Jesús Encinas, en su honor.
Ayer los vecinos de Sallent de Gállego hicieron un pequeño altar con flores y velas en la placa homenaje que la localidad colocó en la fachada del Ayuntamiento, junto al antiguo cuartel de la Guardia Civil: "El pueblo de Sallent de Gállego en memoria de los guardias civiles Irene y José Ángel, víctimas del atentado terrorista el 20 de agosto de 2000".
Además, se realizó una misa de recuerdo y tras ella, la comitiva, encabezada por una pareja de guardias civiles portando una corona de flores, ha ido caminando hasta la plaza Valle de Tena, donde tuvo lugar el atentado. Allí se ha rezado un responso y se ha realizado una ofrenda y los asistentes han cantado 'La muerte no es el final' y el himno del Cuerpo. Tras ello, se han leído unas palabras en nombre de la Asociación de Víctimas del Terrorismo y se ha dado por finalizado este emotivo acto.
Este lunes, 23 de agosto, a las 20:00 horas se oficiará una misa en su recuerdo en la iglesia de las Madres Bernardas en Talavera de la Reina.