Tras el hallazgo de restos arqueológicos durante las excavaciones en varias parcelas de Marchamalo y Torija (Guadalajara) y en Toledo, Montepino Logística ha tenido que realizar varias modificaciones en la construcción de sus edificios logísticos.
Según ha informado Montepino en nota de prensa, son varios los equipos de arqueólogos que trabajan en estas zonas para conocer la importancia de estos hallazgos y asesorar a la firma inmologística para la reanudación de obras en los lugares más pertinentes, con el fin de preservar los descubrimientos.
Uno de los más importantes pertenecientes a un conjunto de restos arqueológicos se ha encontrado en Marchamalo, y pertenece al yacimiento Arriaca-El Tesoro. Es un descubrimiento fundamental y de primer orden a nivel científico ya que ayuda a comprender las relaciones comerciales en la Península en época romana. Estos hallazgos revelan que esta zona ya era un eje de logística y transporte en la Hispania de los siglos IV y V después de Cristo, que articulaba todo el tráfico rodado entre la Meseta y el valle del Ebro y Cataluña, o entre el Mediterráneo y la zona de La Rioja.
En Torija, muy cerca de Marchamalo, las excavaciones han sacado a la luz uno de los yacimientos más importantes del Paleolítico Medio en la Alcarria. En la Dehesa de Rebollosa concretamente ha sido donde se han encontrado piezas lícitas de sílex, las cuales reflejan la abundancia de recursos y materiales primas en la zona, fundamentales para la supervivencia de los neandertales que habitaban la Meseta en el Paleolítico.
En el Polígono de Santa María de Benquerencia (Toledo), en el yacimiento de Ramabujas, han aparecido estructuras de almacenaje como silos excavados en el suelo, recipientes y herramientas cotidianas, así como tumbas señalizadas y fragmentos de huesos de animales domésticos, piezas que se encuentran en el Museo de Guadalajara y en el Museo de Santa Cruz. Todo esto va a proporcionar a los historiadores datos muy valiosos de cómo era la actividad, la sociedad y la economía en la Edad de Bronce en la zona, un descubrimiento imprescindible para la reconstrucción del pasado de la ciudad de Toledo.