Con nueve años ya ganaba medallas. Sandra Sánchez, la karateca número uno del mundo y oro en los Juegos de Tokio siempre ha demostrado su espíritu luchador, y un vídeo publicado por su antiguo colegio, el Cervantes, de Talavera de la Reina, lo ha demostrado con la publicación de un vídeo.
“Sandra Sánchez, hace 30 años, también ganaba todas las medallas en el Colegio Cervantes”, ha publicado el centro educativo en su página de Facebook.
En el vídeo vemos a una jovencísima y sonriente Sandra en el patio del colegio con una medalla colgada al cuello. Las preseas y la eterna sonrisa la han acompañado siempre.
Su amor por el karate comenzó cuando tenía cuatro años. Sus padres apuntaron a kárate a su hermano Pakito y a ella a baile. Sandra se empeñó en acompañar a su hermano al gimnasio y allí surgió un flechazo con este deporte. El carácter de Sandra cambió por la planificación familiar y comenzó a practicar esta disciplina deportiva.
Pero en la vida hay momentos muy duros, y no siempre sale todo bien.
Con 20 años dejó el Centro de Alto Rendimiento de Madrid por el cáncer de su madre. La talaverana decidió volver a su Talavera natal para estar junto a su madre. Intentó volver, pero la Federación le cerró las puertas.
Tras terminar sus estudios de Ciencias del Deporte y vivir en Australia; de vuelta a España, su entrenador y el entonces seleccionador castellanomanchego, Jesús del Moral (ahora su entrenador y marido) le propuso volver a competir casi con 30 años. Aceptó. Y dos años después se proclamó campeona de España con 32 años. Desde entonces, Sandra Sánchez no ha parado de sumar títulos: seis veces campeona de Europa y campeona mundial de kata femenino en 2018, e innumerables Premier League. Y en Tokio.. el oro olímpico, su medalla más importante -la número 55-.
Sandra conseguía la medalla de oro en la especialidad de kata imponiéndose a la otra gran favorita, la japonesa Kiyou Shimizu, y lo hacía en la cuna del karate.
Su técnica impecable, la velocidad en los giros y unos movimientos perfectamente controlados le han dado la gran victoria.
La aventura olímpica de Sandra ha terminado con un broche de oro: la talavera ha sido la abanderada del equipo español en la clausura de los Juegos.
Su próximo reto, el Mundial en Dubai el próximo mes de noviembre.