El Gobierno de España aprobó ayer el cambio de reglas del trasvase Tajo-Segura. La modificación del Real Decreto 773/2014 supone la disminución de la cantidad a trasvasar de 38 a 27 hectómetros cúbicos cuando los embalses de Entrepeñas y Buendía estén a nivel 2. Esto supondrá un recorte anual de hasta 60 hectómetros cúbicos al año y la puesta en marcha de los mecanismos para apagar el acueducto de forma definitiva.
Como nunca llueve a gusto de todos la medida ha sido aplaudida por Castilla-La Mancha, sin embargo, no ha sentado igual de bien a Murcia y Alicante.
Las comunidades de regantes que dependen del Trasvase Tajo-Segura, encabezadas por Jóvenes Agricultores ASAJA Alicante, ha trasladado una propuesta al Ministerio para la Transición Ecológica en la que explican su rechazo ante la aprobación: esto supone una interrupción del proceso de participación pública que está teniendo lugar sobre el proyecto de Plan Hidrológico de la parte española de la Demarcación Hidrográfica del Tajo por lo que, en todo caso, ASAJA considera que el momento de modificaciones de este tipo solo estaría indicado con la entrada en vigor del nuevo plan del Tajo (previsto en el horizonte 2022-27), en el que estará especificada y actualizada la información sobre los nuevos usos y necesidades medioambientales de la cabecera.
“Si no le entra un ápice de cordura y remordimiento a Ribera frente al ataque atroz que va a asestar al sector agrario en el sureste y declina la aprobación de dicho decreto, no nos queda otra opción que pedir a agricultores, regantes y empresarios alicantinos que saquen al grupo socialista del Gobierno central y el autonómico si quieren que la agricultura tenga algo de futuro”, denuncia el presidente de Jóvenes Agricultores ASAJA Alicante, José Vicente Andreu.
Los agricultores han arremetido también contra el President de la Genertalitat, Ximo Puig, a quien acusan de ser “cómplice de la barbaridad que se va a cometer contra la forma de vida y la prosperidad del Levante y culpable de abrir la puerta al desierto en nuestro país.”
En Murcia el consejero de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente, Antonio Luengo ha calificado de injusta e incomprensible la decisión tomada con el Trasvase Tajo-Segura. “Los consumidores y regantes de la Región de Murcia necesitan herramientas y certidumbre en su día a día, para poder vivir y trabajar con tranquilidad, pero lo único que reciben por parte del Gobierno de España son continuas decisiones que merman el Trasvase Tajo-Segura, atentando contra el desarrollo económico, social y medioambiental del Levante español”, ha señalado.
"Trabajaremos para seguir modificando las reglas"
La Asociación de Municipios Ribereños de Entrepeñas y Buendía ha visto como "un paso adelante" la decisión tomada con el trasvase, después de que ayer se publicara que la cabecera del Tajo había perdido en la última semana 20,95 hectómetros cúbicos, lo que supone el 27,81 por ciento de su capacidad total.
"Sólo lamentamos que se hayan tardado tanto en aprobar, hubiéramos podido ahorrar 66 hectómetros de agua desde enero si las nuevas reglas hubieran estado en funcionamiento, pero no sirve de nada mirar atrás y estamos muy contentos por este primer paso", explica la presidenta de la Asociación, María de los Ángeles Sierra.
Los ribereños de la cabecera del Tajo lamentan que se siga trasvasando por decreto en nivel 2, pero reconocen que sentirán "el alivio" al reducirse la cantidad de 38 a 27 hectómetros cúbicos.
"No es lo ideal y trabajaremos para seguir modificando las reglas, para evitar que se trasvase por obligación y prime siempre la necesidad de la cuenca cedente, pero es el primer paso que se da en este sentido desde que se aprobó el infausto Memorándum y estamos muy contentos de que el Ministerio comience a andar en la dirección correcta", expresa por su parte el vicepresidente, Borja Castro.
Una decisión que beneficia a unos y molesta a otros, sin embargo, hay algo que debería primar por encima de todo y es la protección del medio ambiente.
Es por ello que Murcia vuelve a estar en el ojo del huracán tras la rotura de una tubería de abastecimiento de agua potable a la base aérea de San Javier y como consecuencia, el agua vertida ha desembocado en el Mar Menor.
El suceso ha dejado unas imágenes que han vuelto a crear polémica sobre los vertidos que terminan en el mar y contaminan el ecosistema marino.