Llega la primera ola de calor del verano a España, cuyos efectos se empezarán a notar a partir del jueves. En algunos puntos de Castilla-La Mancha se pueden alcanzar los 43 grados, según las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). En Talavera de la Reina y Toledo se espera llegar a los 43 grados el sábado y el domingo.
Una masa de aire cálido africano entrará por el sur de la Península a partir del jueves y por ese motivo toda España ganará 10 grados del miércoles (el día más suave) al domingo (el día del récord).
Probablemente aupado por una pequeña depresión atlántica, el calor podría llevar a Andalucía y gran parte del interior peninsular a tener temperaturas realmente extremas, llegando a rozar los 50 ºC.
Sin embargo, esta primera ola de calor del verano no serála más duradera (duraría cuatro días: sábado, domingo, lunes y martes).
La temperatura más alta registrada oficialmente en nuestro país fue 47,3 ºC en Montoro (Córdoba), el 13 de julio de 2017.
Frente al calor es esencial seguir unos consejos básicos como beber agua frecuentemente, evitar la exposición al sol, permanecer en casa durante las horas de mayor calor y tener especial cuidado con los niños, personas mayores y/o con enfermedades crónicas.
Asimismo, se recomienda evitar la práctica de actividades físicas como deportes o trabajos que requieran un importante esfuerzo físico en las horas de mayor calor, así como las bebidas con alcohol, cafeína y azúcar.
También es aconsejable hacer varias comidas al día, incluyendo frutas y verduras y evitar las comidas copiosas. Si hubiera que salir se debe procurar buscar la sombra, llevar agua, utilizar sombrero o gorra y ropas ligeras de colores claros, preferiblemente, de algodón. En casa se debe mantener fresca la vivienda cerrando las ventanas o persianas cuando la temperatura exterior sea más elevada y ventilando por la noche y a primera hora de la mañana.
No dude en pedir consejo al personal de medicina o enfermería, sobre todo si se toman medicamentos o si aparecen síntomas no habituales como calambres musculares en los brazos, las piernas o el vientre, o agotamiento, más grave, que puede manifestarse por aturdimiento, debilidad e insomnio habitual.
Se recomienda también informarse del estado de salud de las personas mayores del entorno más cercano que vivan solas o tengan una situación de fragilidad o dependencia y ayudarles a comer y a beber.