José Luis Ortiz, el que fuera jefe de Gabinete de la exsecretaria general del PP María Dolores de Cospedal en el Gobierno de Castilla La Mancha, ha indicado este miércoles al juez que investiga la 'Operación Kitchen' que hubo entre ocho y diez reuniones en la sede de Génova entre ella y el excomisario José Manuel Villarejo, cifra que contrasta con las tres o cuatro que aseveró ayer la exdirigente 'popular'.
En la comparecencia ante el magistrado Manuel García-Castellón, Ortiz ha especificado además que él era el encargado de recoger en un coche oficial del partido al comisario, que quedaban en la ya desparecida cafetería Riofrío, en la plaza de Colón, y que entraban por el garaje para no figurar en los registros de entrada de la formación política, recoge Europa Press.
Con estos dos datos, Ortiz le ha robado protagonismo a la que era la declaración relevante del día, la del marido de Cospedal, el empresario Ignacio López del Hierro.
Sobre el papel que jugó el jefe de Gabinete en los contactos con Villarejo, Ortiz ha apuntado que él se limitaba a cumplir órdenes de su jefa (Cospedal) y que no se cuestionaba nada. Además, ha afirmado que él nunca asistió a ninguna reunión con el funcionario de policía y que los mensajes que se intercambiaba con él eran los rutinarios para establecer las citas.
De los trayectos que compartió en el coche con Villarejo, no ha destacado nada relevante. Una vez en el edificio, tras entrar por el garaje, le subía hasta el despacho de Cospedal, lo dejaba en manos de la secretaria y él no se quedaba, ha relatado.