La talaverana Teresa García y el gaditano Rafa Aragón son un dúo de música pop-cantautor que se unieron gracias a la amistad que surgió entre ellos en la universidad. Ambos estudian música moderna en Madrid y han podido contar a La Voz del Tajo un poco sobre ellos, desde sus inicios hasta sus planes de futuro.
“Yo en cuarentena tenía muchas canciones compuestas, desde que empecé la universidad escribía más” contaba Rafa, compositor de las canciones, “yo tenía muy claro que quería hacer esto, por lo que en cuarentena saqué la primera canción: contradicciones, que le da nombre al proyecto que hemos montado”.
Él sabía que era un proyecto que quería mover, y “no había mejor persona que Teresa para montarlo”.
“Le dije, vamos a juntarnos y nos vamos por ahí a dar volteretas a ver cómo sale”
El género de música al que están enfocados es al de pop-cantautor. “Yo me identifico con la música que hace Rafa porque al final es la que hago yo ahora” explicaba Teresa.
“Yo diría que es música pop. Lo que pasa es que yo tengo mucha influencia del carnaval de Cádiz, también del flamenco… aunque obviamente yo no hago ese estilo de música”, contaba Rafa.
Teresa hacía alusión que para ella la música de Rafa era solo cantautor, “aunque la gente cuando piensa en la música de cantautor en verdad no está pensando en la música de Rafa”. Para ella, la música de su compañero es algo muy especial y original.
Respecto a los temas de música de los que tratan, Teresa ha explicado que en la mayoría de canciones se habla de amor, “que es de lo que hablan el 90% de las canciones ahora”, aunque también opina que tratan de temas muy importantes.
“Mucha gente me dice ‘es que tus canciones sólo hablan de amor’, pero es que yo escribo de lo que me pasa. Como no me han echado todavía de ningún trabajo, no escribo sobre ello”, comentaba Rafa, dejando claro que igualmente intenta hablar de otras cosas como las inseguridades o el machismo entre otras.
Para este verano tienen algunos conciertos cerrados. Se van a ir a Cádiz a hacer tres o cuatro bolos, y tienen muchas ganas de que les escuchen allí ya que los padres de Rafa todavía no le han escuchado en concierto.
El plan inicial para el verano era moverlo por Madrid, “no nos hemos planificado bien y hemos empezado justo a final de curso con los exámenes”, contaban, explicando que “ha sido un poco loco” compaginar ese final de curso con la planificación de los conciertos.
Algo que tienen claro es que “hay que apoyar la cultura, ya que en estos tiempos está todo muy complicado". “Nuestra idea es moverlo un poco más por Madrid, pero eso será ya en septiembre”, han concluído.
El pasado 13 de junio dieron un concierto en Talavera de la Reina, en el local de Copacabana. “No nos esperábamos tanta gente, el patio se llenó, la gente estaba súper receptiva, yo les veía disfrutar mucho entonces me hacía disfrutar, eso te motiva a la hora de actuar”, comentaban.
Teresa, nacida en Talavera, tenía especial ilusión por tocar en su ciudad con ese proyecto tan especial para ella. Cuenta que a pesar de ponerse nerviosa al ver a tanta gente se tranquilizó al ver ese buen ambiente, que también era muy familiar. “Había gente que no conocía, pero veía a muchos conocidos, amigos, familiares… Yo me sentí muy arropada”, ha contado, con la esperanza de volver a tocar pronto en la Ciudad de la Cerámica.
Sin embargo, han contado a este periódico digital un pequeño susto que tuvieron con la lluvia, que finalmente se quedó en anécdota. “Empezó a llover y lo tuvimos que desmontar todo. Era un sitio semicerrado, tiene un techo por si cae un poco de lluvia, pero es que ayer diluvió increíble y se coló agua por todos lados”, algo que finalmente no complicó su concierto en Talavera ni impidió que saliera como tenían planeado.
“Ahora que nos queda un año para terminar la carrera es cuando le empiezas a ver un poco las orejas al lobo. Te entra la incertidumbre de cómo me va a ir, qué voy a hacer, voy a conseguir algún trabajo o no…”, contaba Teresa.
Para ella lo ideal sería vivir de dar conciertos, pero comenta que ambos son conscientes de que es muy complicado sólo vivir de de eso. “Es lo que más ilusión me haría en el mundo”, aunque explica que mientras tanto es un trabajo que podría combinar dando clases de música.
Por su parte, Rafa lo ve nítido, “el tema de terminar la carrera te crea mucha incertidumbre porque la música es un sector un poco inestable” explicaba, teniendo claro que no quiere acabar dando clases de música ni acabar en un estudio.
“Mi idea de como me veo es vivir de las cosas que yo hago, porque es lo que me gusta”
Él compone sus canciones y le encantaría componer para él mismo, pero si no es así, componer para otra gente, pudiendo tener la libertad en mayor o menor medida para hacer esos proyectos.
“Yo pienso que hay que soñar en grande, no quiero pensar que voy a tener que hacer cosas que no me gustan y hacer lo que quiero de hobbie o tenerlo aparcado”, concluía.
“Al final esta es una profesión que requiere mucho esfuerzo y mucho tiempo si quieres que salga bien. Hay que estudiar mucho, emplear mucho tiempo en el instrumento, tocar con otra gente, estudiar tú en tu habitación... Es verdad que hay gente que lo tienen como hobbie y le acaba saliendo muy bien pero es un caso de un millón, si realmente quieres llegar a un objetivo en este mundo hay que currárselo mucho”, añadía Teresa.
Teresa García es una joven talaverana de 21 años que empezó a tocar el piano con cuatro años, “me metí a dar clases con una profe de aquí de Talavera, con Mamen Godoy, y poco a poco fui aprendiendo”, explicaba.
Más tarde, con ocho años, se metió en el Conservatorio de Música de Talavera y, finalmente, cuando terminó su grado profesional y le tocaba elegir una carrera universitaria, se dio cuenta de que lo que más le gustaba era la música.
“Hablé con mis padres y les dije ‘oye y si estudio esto que pasa’ y nada, me apoyaron a tope”
“Yo he pasado por muchas cosas. Me dio por estudiar física, luego dije que no, que filología hispánica, luego inglesa…” relataba Teresa, a ella le gustaba la literatura y muchas otras cosas, pero en realidad lo que le llenaba y le hacía más feliz era tocar el piano y la música en general.
“Yo tenía mucho miedo porque no sabía cómo se lo iban a tomar mis padres, era una decisión arriesgada”, hasta ahora, que se encuentra junto a Rafa en el tercer año de música moderna.
Rafa Aragón es un joven gaditano de 22 años al que ya desde pequeño le gustaba mucho la música “imitaba a David Bisbal, Alejandro Sanz y toda esa gente con mi guitarra de juguete delante de la tele”.
“Empecé como todo el mundo, intentando tocar algunas canciones”
Siempre quiso hacer algo relacionado con la música como apuntarse a clarinete, violín… hasta que finalmente le regalaron una guitarra, “empecé como todo el mundo, intentando tocar algunas canciones”.
“Con 11 años compuse una canción para una novia que tuve en sexto de primaria y ahí ya vi que me empezaba a encantar y ya empecé a componer algunas cosas sencillas”, narraba.
En Cádiz ha estado tocando alguna comparsa en el carnaval, “un poco de la mano de este fue cuando empecé a meterme con la guitarra”. A raíz de esto, llegó un punto en el que se dio cuenta que quería hacer eso todos los días, “fue cuando me vine a Madrid y conocí a Teresa en la universidad”.
Antes de irse a estudiar música moderna, entró a estudiar medicina, “cuando cambié de idea hay mucha gente que me decía ‘joe, ya has entrado en medicina, estudialo y estudia música paralelamente’ y yo sentía que si no le dedicaba todo el tiempo a la música, no iba a salir bien, no me quería quedar con esa duda”.