El Ministerio ha considerado aumentar gradualmente el caudal ecológico del Tajo en Aranjuez durante los seis próximos años. Algo a lo que ha reaccionado el presidente del Sindicato Central de Regantes del Trasvase (Scracts), Lucas Jiménez, ya que a su juicio se le pone fecha de caducidad al acueducto para “finiquitarlo” en el año 2027, estimando que son 93 hectómetros cúbicos (hm3) de agua los que dejarán de desembalsarse al final de la vigencia.
De esta forma,para 2022 subiría de los 6 metros cúbicos por segundo (m3/s) actuales a 7, lo que generaría una detracción de agua para el Levante durante ese año de 43 hm3, que se mantendría hasta 2026, cuando se subiría a 8 m3/s, para quedar definitivamente en 8,52 en 2027, con lo que la pérdida se consolidaría en 93 hm3, dado que por cada m3/s de incremento del caudal ecológico dejarían de recibirse 30 hm3 anuales.
A falta de analizar la letra pequeña del plan del Tajo, ha mostrado su "indignación total de confirmarse esas cifras sin generación de recursos extra, no de promesas".
“Me da igual que maten el Trasvase el año que viene que en el 2027"
“No se avanza para nada, sino que se retrocede”, señala Jiménez, sosteniendo que con el planteamiento del Ministerio “me da igual que maten el Trasvase el año que viene que en el 2027. ¿Acaso esperan que en este tiempo desaparezca el regadío del Levante?”.
Ha avanzado que convocará a los miembros del Círculo por el Agua para estudiar medidas, y espera que haya “una respuesta de toda la sociedad civil” del levante.